“Antes de Instagram buscaba en Milanuncios bares que necesitaran monologuistas”

Lejos de depender de guiones ajenos, la espontaneidad de Juan Amodeo (Sevilla, 1993) habla por sí misma: también es gracioso cuando está lejos de la cámara de su móvil.

El joven humorista lo ha demostrado este fin de semana, sobre las tablas del Teatro Apolo: Amodeo era uno de los platos fuertes de las conversaciones celebradas en el marco del Festival de Cine y Televisión Cinejoven y no defraudó.

Inicios

Amodeo, que en el momento de escribir estas líneas cuenta con más de un millón de seguidores en Instagram y más de seiscientos mil en Facebook, rememoró en el Apolo cómo fueron sus inicios grabando sketchs para compartirlos en sus redes sociales. 

“En la boda de mi tía robé dos pelucas, una rubia y otra morena, y ahí empecé a hacer vídeos”, recordó.

Aquel no era el primer intento de Amodeo de entrar en el mundo del humor. De hecho, reconoció ante los asistenes a esta octava edición de Cinejoven que “antes de Instagram, yo buscaba en Milanuncios bares que necesitaran monologuistas”, aunque sin obtener el éxito deseado y, desde luego, sin acercarse a los resultados de hoy.

Precisamente, Amodeo está ahora inmerso en la gira de su tercer espectáculo, ‘La Máquina del Tiempo’, una obra a medio camino entre el monólogo puro y la representación teatral en la que el joven sevillano lleva escenas de lo más costumbrista (e hilarante) a épocas pretéritas y futuras, tal y como explicó.

“Surge del humor que hago en Instagram, para demostrar que las cosas que nos pasan ahora y nos divierten también le pasaban a Colón y a Jesús y seguirán pasando en el futuro”, desmenuzó.

Redes sociales

A pesar de que Amodeo debe su éxito y su fama a las redes sociales (empezó en Facebook e Instagram le catapultó definitivamente), el humorista reconoció durante la conversación con el actor Pepe Roma que, a día de hoy, su activa presencia en plataformas como Instagram no le da de comer.

“De comer me dan mis monólogos... Instagram me ayuda mucho y me da caprichos. Al fin y al cabo, las reproducciones no te dan dinero, te llegan colaboraciones y eso es un dinero extra; pero si tuviera que vivir de Instagram nada más, no podría”, detalló.

De hecho, expuso que tiene claro qué haría en caso de que Instagram perdiera capacidad de atracción: centrarse en el teatro definitivamente.

En cualquier caso, Amodeo planteaba que el éxito de sus vídeos en las redes sociales se debe a cuestiones como la duración de los sketchs y la facilidad de ver lo que sea donde sea con un teléfono móvil en el bolsillo.

“Es muy fácil de consumir: estás en el baño y lo ves; es solo un minuto”, planteó Amodeo. “Consumir un producto televisivo implica mucho más”, comparó.

De hecho, el humorista planteó que, ante un posible declive del consumo televisivo, no son pocas las colaboraciones que le proponen desde el mundo tradicional del audiovisual para ganar algo de repercusión en internet.

“Hay gente muy conocida en televisión y que en redes sociales no lo son tanto y buscan ese 'transmedia'”, comentó Amodeo.

No obstante, el éxito de Amodeo le ha llegado después de mucho esfuerzo, algo que aún mantiene a día de hoy.

“De lunes a viernes subo un vídeo al día”, explicó el ‘influencer’ sevillano. “Y lo llevo mal; hay días que me despierto y digo ‘Tengo que dejar esto de subir todos los días’”, confesó Amodeo.

La conversación celebrada en el Teatro Apolo permitió repasar en la pantalla algunos de los grandes éxitos del joven sevillano, como el vídeo en el que imitó al artista latinoamericano Bad Bunny (logrando que el propio cantante comentara y compartiera el contenido humorístico).

Constancia

“Pegué el pelotazo con vídeos de estudiantes, pero ya no tiene sentido; tengo más años que la humedad”, exponía con su habitual humor Amodeo.

Fue así como explicó que el suyo es un trabajo de constante búsqueda para hallar esa tecla para sus próximos vídeos y que estos tengan la aceptación mayoritaria de un público ansioso por ver el siguiente giro humorístico de uno de los primeros cómicos nacidos de internet.

Con la de Amodeo, el final de Cinejoven (que se celebró en la noche de ayer en el Teatro Apolo) se acercaba, tras proyecciones, premios y conversaciones.