Pedro Martínez“Dirigir teatro es algo efímero, eso me entusiasma y me hunde”

“Cuando escribes, trabajas para la posteridad. Lo que yo hago, dirigir teatro, es algo efímero. Siempre estás a cero. Eso me entusiasma y, en épocas duras, a la vez me hunde”. Encontrar a un joven del talento de Pedro Martínez resulta poco habitual. Pero si ese ingenio viene regado por la humildad y una madurez fuera de lo común, la entrevista adquiere tintes de conversación pausada. Sus reflexiones destilan perspicacia.

El director de escena descansa estos días en su Almería natal, a la que regresa siempre que puede. La vuelta a sus orígenes ejerce sobre él una especie de catarsis. Le permite purificarse. Ver con cierta distancia los derroteros por los que se desarrolla su carrera. Interiorizar la senda por la que desea que siga discurriendo. “Yo tengo una doble vertiente. Por un lado intento hacer proyectos más personales y, por otro, acepto encargos con los que me comprometo igualmente. Hace años que vivo del teatro, eso es un lujo”, analiza.

Lo de este verano en Argentina obedece a un encargo. “Acabamos de estrenar en Posadas, una ciudad al norte del país. Es el cuarto estreno de ‘La rosa del azafrán’, una zarzuela que ya hemos llevado a Shangai, Buenos Aires y La Plata. El proyecto parte de la Fundación Guerrero que promueve el legado cultural del maestro Jacinto Guerrero. Siempre que vamos a un sitio, se monta con gente de ese lugar en un taller previo”, dice.

En un plano más personal, Pedro Martínez tiene pendiente recuperar la propuesta que llevó al Festival de Almagro, una ópera que actualiza ‘Sueño de una noche de verano’, de William Shakespeare. “Volveré a montarlo en el Auditorio de Cuenca, donde ahora dirijo la escuela municipal de teatro, y me encantaría traerlo a las Jornadas de Teatro del Siglo de Oro. He estrenado en bastantes sitios cada cual más lejos de Almería, hace entre diez y doce años que no traigo nada aquí”, confiesa.

“Yo nunca hubiera pensado que iba a dirigir ópera o zarzuela. No soy muy fan del género. Me siento más cerca de lo contemporáneo. El público del teatro lírico es muy dogmático. Además, la zarzuela interesa fuera de España, mientras aquí tiene mala imagen”, relata.

Para que quede constancia de su trabajo, sea del género que sea, y así combatir la condición efímera de este oficio que tanto ama, ha creado www.pedrolagarta.blogspot.com. Lo de ‘Lagarta’ da para otra función.

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