“Los costaleros han evolucionado mucho más que los capataces”

En la tarde de ayer, el corazón del casco histórico latió a ritmo de corneta y martillo gracias al encuentro organizado por la Hermandad de la Santa Cena en su casa de hermandad.

La calle cofrade Juan Sánchez, rincón más cofrade aún si cabe en días como el de ayer, acogió en primer lugar un breve concierto de la Agrupación Musical Nuestra Señora del Mar. Veinte intensos minutos en los que el viento y el frío pusieron a prueba a los amantes de la música cofrade y en los que marchas como 'Sagrada Cena', 'Entre Olivos de Amargura' o 'Luz de Vida' sonaron para dar calor.

Evolución

Una hora más tarde de que el concierto diera comienzo, los asistentes entraban al interior de la casa de hermandad de la Santa Cena para acudir al plato fuerte de la cita de ayer: un encuentro entre capataces y costaleros que logró sentar, en una mesa presidida por el borrego y el angelito que protagonizan los martillos del misterio de la Cena y el palio de Fe y Caridad, a cuatro de los más importantes nombres de cuantos mandan ante los pasos almerienses.

El enfoque de la cita no era otro que analizar cómo ha cambiado el costal en las tres décadas que han pasado desde que este se introdujera en Almería. De ahí que dos de los cuatro capataces participantes en el encuentro fueran Luis Pardo, capataz decano de la ciudad, y Manuel Vicente Barranco, el hombre que más años lleva ante un mismo paso.

Una vez presentados por el moderador del acto, el hermano de la Santa Cena José Manuel Barranco, se entró en materia viajando al pasado.

“No había nada”, afirmó, tajante, Luis Pardo. Hace 30 años, contaba el capataz de la Virgen de la Merced, “el primer ensayo que hizo Prendimiento fue con 13 costaleros de un total de 40 que necesitaba el paso y conseguimos que saliera con 32.

Eran tiempos en los que se llegaban a hacer tres ensayos a la semana y en los que llenar las trabajaderas de un paso era, simplemente, un sueño, narró Pardo. 

¿Y cómo estamos tres décadas después? “Vivimos el mejor momento momento del mundo costalero en Almería”, a juicio de Pardo, una opinión compartida por sus compañeros de mesa.

Por su parte, Barranco señalaba que “ni en el mejor de nuestros sueños pensábamos que esto llegaría a dónde está hoy”.

Debate

No obstante, los casi cien asistentes que acudieron a este encuentro pudieron comprobar que los capataces participantes no acudieron solo a aplaudir el trabajo hecho y la evolución lograda en estas décadas.

De hecho, el propio Manuel Vicente Barranco señalaba ayer que el momento actual es “bueno, aunque bastante mejorable”.

Mientras tanto, Francisco Javier Giménez, ‘el Latas’, planteaba que, a día de hoy, echa en falta el “respeto a los capataces antiguos; es algo que se ha perdido: hay faltas de respeto a las demás cuadrillas y a otros capataces que ya no están”.

Pardo, por su parte, también añora algo de esos duros comienzos del costal. En concreto, explicó en la tarde de ayer que “los costaleros antes iban a coger kilos, iban a pelearse con los kilos; hoy echo en falta la honradez y el compromiso”.

Y esta última afirmación dio lugar a un intenso debate  que precedió a otras muchas preguntas hechas tanto por el moderador como por parte de los asistentes y algunos cofrades que, sin estar presentes, enviaron sus cuestiones a través de redes sociales.

Durante cerca de dos horas (el encuentro se alargó hasta cerca de las 21.30 horas de la noche) cuestiones como la juventud de algunos capataces, el peso de decisión de estos a la hora de elegir el repertorio o las anécdotas vividas en su extensa carrera como capataces protagonizaron un intenso encuentro que fue retransmitido por la hermandad a través de sus redes sociales y que dio lugar a interesantes reflexiones, como la hecha por el capataz general de la propia hermandad de la Santa Cena, el anfitrión Manuel Flores , que afirmó al comienzo de la tarde que “los costaleros de Almería han evolucionado muchísimo más que los capataces”.  En cualquier caso, que vengan 30 años más de costal.