Hasta medio centenar de personas entre fotógrafos, músicos, cómicos, actores, gestores, tatuadores, cineastas, artistas urbanos, pintores, representantes del movimiento asociativo, djs y editores asistieron ayer a un encuentro con el ministro José Guirao en LaOficina Producciones Culturales de Almería.
La idea era plantear las preocupaciones que afectan al sector de la cultura emergente en la ciudad y obtener una respuesta desde la experiencia no solo de un ministro, sino de la persona que durante quince años estuvo al frente de La Casa Encendida, un proyecto alternativo en armonía con su entorno: el barrio de Lavapiés de Madrid.
Según Guirao, “en Almería hemos ido hacia atrás, en los 80 había mucha más actividad y movimiento y eso es un déficit de los ayuntamientos y de la Diputación que no han apoyado que surja un tejido nuevo con exenciones de IBI o una política fiscal que propicie que ese ecosistema se desarrolle con naturalidad”.
Isabel Guirao, de la Asociación A toda vela; Pablo Mazuecos, de Clasijazz; Diego Armando Alías, del Aula de Teatro de la Universidad de Almería (UAL); Loles Peña, del Festival CineJoven; Jordi Garriga, de la galería Arte21, el actor Jesús Herrera; la profesora de Fotografía de la Escuela de Arte Elena Pedrosa, Gemma Giménez y María G. Alarcón, de la Escuela Municipal de Música y Artes (EMMA), y el guitarrista Luis Martínez, Lumaga, entre otros muchos, se dejaron ver por esta reunión de trabajo y escucharon con atención las reflexiones del ministro.
No despreciar al público
Según el ministro de Cultura, lo más importante que ha aprendido de la gestión cultural se remonta a los 80, a su etapa en la Diputación de Almería. “Siempre cuento una cosa que me pasó aquí: vino un grupo de teatro a hacer ‘Esperando a Godot’ una tarde de julio en Carboneras; a mí ya se me caía el mundo encima esperando el desastre, sin embargo, se hizo y funcionó. Ahí aprendí que los gestores no apreciamos a nuestro público, pensamos que es peor de lo que en realidad es. Otra cosa es que hay que trabajarse cómo atraerlo, que es un déficit de la cultura alternativa”.
Más allá de la subvención
Durante el encuentro en la sede de LaOficina, José Guirao insistió en que la cultura no puede depender de la subvención. A su juicio, implantar una fiscalidad adaptada puede ayudar al emprendedor a la hora de poner en marcha una idea.
El ministro se refirió al anteproyecto de la nueva ley de Mecenazgo que, desde Cultura, han dejado listo. “Planteamos el micromecenazgo y todas las opciones para que si alguien se hace socio de un espacio como este, se pueda desgravar”, sostuvo.
Falta de redes
El cómico Pepe Céspedes denunció la falta de redes que pongan en contacto a espacios de la cultura emergente como La Oficina, Clasijazz y La Guajira de cara a que los pequeños proyectos que surgen en ellos puedan verse fuera.
Contra la censura
Desde la Sala Vampiras, Fran López criticó la politización de la cultura y la censura que sufrió hace unos años por parte de una administración cuando preparaba una exposición.
“Somos la gente de la cultura los que tenemos que defender nuestro territorio, que una institución censure a un artista que ha invitado me parece un horror. Censuran la ignorancia y el miedo, contra toda censura, hay que rebelarse; lo políticamente correcto va a acabar con nosotros si no lo impedimos”, opinó el ministro.
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