Guillermo Fuertes
01:00 • 28 oct. 2011
El Certamen Internacional de Guitarra Clásica ‘Julián Arcas’, que organiza la Fundación Cajamar, abre sus puertas el próximo 4 de noviembre en el teatro Apolo con una propuesta que, en sí, es todo un acontecimiento en el panorama cultural almeriense: el estreno de la ópera ‘La Mujer de la sombrilla’, una alegoría sobre el alzhéimer con música del almeriense Juan Cruz Guevara.
El evento fue presentado ayer por Marcela Orozco Ramírez, directora del Área de Desarrollo Social y Cultural de la Fundación Cajamar, el propio Cruz Guevara, y el escultor granadino, y radicado en Macael, Indalecio Pérez Entrena, quien ha realizado una obra para este montaje escénico.
Con texto de Francisco Cortés, la obra, ‘La mujer de la sombrilla’ es una ópera de cámara producida íntegramente en Almería, en la que arte y tecnología se entrelazan en un montaje totalmente contemporáneo, pletórico de iconos visuales y lenguajes que se combinan para hilar un relato sobre los recuerdos, el paso del tiempo y la fragilidad de la vida humana.
Una ópera para el Apolo
“Es un montaje de cámara, y eso significa que está concebida con pocos músicos”, explicó Guevara. “En realidad, sobre el escenario habrán ocho músicos, una cantante y el narrador. Es una obra en que tiene gran importancia el canto y la música instrumental, pero también el lenguaje corporal, el gesto, la escenificación, el movimiento, la danza y la imagen, muy importante en la ópera del siglo XXI”.
“También están los recursos multimedia, con los cuales el escenario irá cambiando virtualmente”, añadió. “Habrán infografías, fotografías... Y eso es fundamental, porque tratamos un tema de candente actualidad, como es el alzheimer. Durante la obra hay momentos de flash back o analepsis, de la protagonista, Olvido, que la retrotaen a momentos de su vida”.
“Es la primera ópera realizada y estrenada mundialmente en Almería, y está compuesta y montada para el teatro Apolo, un espacio escénico muy particular, con una tamaño determinado. Hubo que decidir con mucha antelación y lo escogimos por sus características, y porque allí el público tiene un mayor recogimiento para sumergirse en las emociones y reflexiones de la historia”.
Lenguaje poético
Promovida por la Fundación Cajamar con motivo del Año Internacional para la Investigación sobre el Alzhéimer, la obra intentará sensibilizar a través del arte y la música sobre la trascendencia humana de esta enfermedad, y ha supuesto todo un reto para el autor de su libreto, Francisco Cortés.
“Fue un encargo del compositor Juan Cruz Guevara”, explica el escritor, “y es una obra con una gran carga simbólica en torno al olvido, la memoria. Es una ópera muy literaria, escrita en lenguaje poético. El libreto tiene el suficiente cuerpo como para ser considerado, en sí, una obra literaria. Es poesía teatralizada, pues también tiene una trama detrás. La poesía pura te permite desestructurar la historia, pero aquí hay un arco narrativo, un inicio, una desarrollo...”.
El escultor Indalecio Pérez, por su parte, ha realizado una escultura titulada ‘Olvido’, como la protagonista de la ópera. “Es una obra llena de matices”, explicó. “Basada en un tetraedro, uno de los sólidos platónicos, atribuido al fuego, y que yo relaciono también con la mente humana, pues ambos son elementos que creemos que podemos dominar, y realmente no llegamos a dominar nunca”.
El evento fue presentado ayer por Marcela Orozco Ramírez, directora del Área de Desarrollo Social y Cultural de la Fundación Cajamar, el propio Cruz Guevara, y el escultor granadino, y radicado en Macael, Indalecio Pérez Entrena, quien ha realizado una obra para este montaje escénico.
Con texto de Francisco Cortés, la obra, ‘La mujer de la sombrilla’ es una ópera de cámara producida íntegramente en Almería, en la que arte y tecnología se entrelazan en un montaje totalmente contemporáneo, pletórico de iconos visuales y lenguajes que se combinan para hilar un relato sobre los recuerdos, el paso del tiempo y la fragilidad de la vida humana.
Una ópera para el Apolo
“Es un montaje de cámara, y eso significa que está concebida con pocos músicos”, explicó Guevara. “En realidad, sobre el escenario habrán ocho músicos, una cantante y el narrador. Es una obra en que tiene gran importancia el canto y la música instrumental, pero también el lenguaje corporal, el gesto, la escenificación, el movimiento, la danza y la imagen, muy importante en la ópera del siglo XXI”.
“También están los recursos multimedia, con los cuales el escenario irá cambiando virtualmente”, añadió. “Habrán infografías, fotografías... Y eso es fundamental, porque tratamos un tema de candente actualidad, como es el alzheimer. Durante la obra hay momentos de flash back o analepsis, de la protagonista, Olvido, que la retrotaen a momentos de su vida”.
“Es la primera ópera realizada y estrenada mundialmente en Almería, y está compuesta y montada para el teatro Apolo, un espacio escénico muy particular, con una tamaño determinado. Hubo que decidir con mucha antelación y lo escogimos por sus características, y porque allí el público tiene un mayor recogimiento para sumergirse en las emociones y reflexiones de la historia”.
Lenguaje poético
Promovida por la Fundación Cajamar con motivo del Año Internacional para la Investigación sobre el Alzhéimer, la obra intentará sensibilizar a través del arte y la música sobre la trascendencia humana de esta enfermedad, y ha supuesto todo un reto para el autor de su libreto, Francisco Cortés.
“Fue un encargo del compositor Juan Cruz Guevara”, explica el escritor, “y es una obra con una gran carga simbólica en torno al olvido, la memoria. Es una ópera muy literaria, escrita en lenguaje poético. El libreto tiene el suficiente cuerpo como para ser considerado, en sí, una obra literaria. Es poesía teatralizada, pues también tiene una trama detrás. La poesía pura te permite desestructurar la historia, pero aquí hay un arco narrativo, un inicio, una desarrollo...”.
El escultor Indalecio Pérez, por su parte, ha realizado una escultura titulada ‘Olvido’, como la protagonista de la ópera. “Es una obra llena de matices”, explicó. “Basada en un tetraedro, uno de los sólidos platónicos, atribuido al fuego, y que yo relaciono también con la mente humana, pues ambos son elementos que creemos que podemos dominar, y realmente no llegamos a dominar nunca”.
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