Guillermo Fuertes
23:19 • 31 ene. 2012
“Históricamente hablando, digamos que arqueológicamente, a estas dos guitarras yo las describiría como instrumentos intervenidos, ni siquiera como instrumentos de Torres”, dice Joaquín Pierre, mirando sus apuntes. “Porque no eran una novedad, sino instrumentos corrientes a los cuales se les aplicaba una fórmula, experimentos para comprobar algo”.
Técnico de patrimonio histórico, constructor de guitarras e investigador de la historia de este instrumento, Pierre habla sobre sus ideas y hallazgos con la pasión y el aplomo que otorgan los muchos años de concienzudo análisis de documentos e instrumentos, de archivos y catálogos.
Sus estudios ahora se han centrado sobre dos de las guitarras más importantes, y casi míticas, de Antonio de Torres, el guitarrero de La Cañada de San Urbano que es considerado como el padre de este instrumento como lo conocemos hoy, creador del canon que rige a los guitarreros actuales.
La cámara anecoica FE-14
Pierre habla de la llamada ‘guitarra de cartón’, y de La Leona. ¿Y por qué su interés en estas dos guitarras? “Son los dos instrumentos experimentales de Torres”, abre las manos, “los que nos han dejado la evidencia de sus estudios”. Comencemos por la ‘de cartón’. Catalogada como FE-14 en el gabinete armónico actual de Torres, debe su nombre a que en su caja todo, excepto la tapa, está hecho con cartón piedra. “Se dice que esto lo hizo Torres para decir que el fondo y los aros no influyen en la acústica, y que depende todo de la tapa”, explica Pierre. “Pero ahí ya tenemos un gran error, porque la tapa y el fondo son interactivos, y producen sonidos, y Torres lo afirma. Pero esa es otra historia”. Entonces, ¿cuál es su tesis sobre este instrumento? “Lo que está valorando Torres son las barras internas del instrumento, que es lo que él desarrolló, para que le den más potencia”, explica.
Cuando un investigador necesita conseguir un parámetro, lo que hace es aislarlo del resto del problema. Y en acústica, para esto se utiliza la llamada cámara anecoica, es decir, totalmente desprovista de vibraciones. Allí se coloca el emisor del sonido estudiado, y lo mido sin interferencias.
“Pues Torres convirtió toda la guitarra en una cámara anecoica”, afirma Pierre. “Coge una guitarra normal, de una gama muy difundida, no tiene nada que ver con La Leona en tipología, y logra que no suene nada, ni los aros ni el fondo. ¿Y por qué sí la tapa? Pues precisamente porque en la tapa estaba su patente, es decir, las barras”.
El alarde de Torres, sostiene Pierre, fue: cojan ustedes una guitarra corriente sin barras, compárenla con esta y verán cómo aquí la tapa, el elemento fundamental de excitación del sonido, incluso sin el resto de la caja activa, suena mejor que la suya. “Es decir, las barras en abanico, su invento, le dieron preeminencia sobre el resto de los guitarreros, que hacían un barraje horizontal sin mayores, que tenían un sonido plano”.
La Leona con voz de tenor
Con respecto a la famosa Leona, ahora en propiedad del doctor Erhard Hannen y considerado como el ‘instrumento cero’, Pierre afirma que en ella Torres hace “un experimento muy bonito. Es una guitarra muy pequeñita, tiene 46 centímetros y medio, es pequeña hasta con respecto a la de Tárrega... Y sin embargo, de ese instrumento sale una voz grave”.
“Vamos a analizar el papel que hacían estos instrumentos en la orquesta”, apunta. “No olvidemos que era una época histórica en que se vuelve sobre el barroco, que es la etapa de mayor cumbre en la música, y se crea la figura del tenor. La Leona es la caja de un instrumento antiguo, pero que tiene la tesitura del tenor”, y alza las cejas: “Eso no se ha dicho”.
“Ya Dionisio Aguado había dicho que la guitarra tiene que tener el mayor registro posible, y convertirse en instrumento solista”,añade el investigador. “Y ahí, al final de la época de Torres, lo que está apuntando La Leona es que podía representar en su pureza un tenor prístino, una tesitura histórica. La está violentando para que tenga una
Sus estudios ahora se han centrado sobre dos de las guitarras más importantes, y casi míticas, de Antonio de Torres, el guitarrero de La Cañada de San Urbano que es considerado como el padre de este instrumento como lo conocemos hoy, creador del canon que rige a los guitarreros actuales.
La cámara anecoica FE-14
Pierre habla de la llamada ‘guitarra de cartón’, y de La Leona. ¿Y por qué su interés en estas dos guitarras? “Son los dos instrumentos experimentales de Torres”, abre las manos, “los que nos han dejado la evidencia de sus estudios”. Comencemos por la ‘de cartón’. Catalogada como FE-14 en el gabinete armónico actual de Torres, debe su nombre a que en su caja todo, excepto la tapa, está hecho con cartón piedra. “Se dice que esto lo hizo Torres para decir que el fondo y los aros no influyen en la acústica, y que depende todo de la tapa”, explica Pierre. “Pero ahí ya tenemos un gran error, porque la tapa y el fondo son interactivos, y producen sonidos, y Torres lo afirma. Pero esa es otra historia”. Entonces, ¿cuál es su tesis sobre este instrumento? “Lo que está valorando Torres son las barras internas del instrumento, que es lo que él desarrolló, para que le den más potencia”, explica.
Cuando un investigador necesita conseguir un parámetro, lo que hace es aislarlo del resto del problema. Y en acústica, para esto se utiliza la llamada cámara anecoica, es decir, totalmente desprovista de vibraciones. Allí se coloca el emisor del sonido estudiado, y lo mido sin interferencias.
“Pues Torres convirtió toda la guitarra en una cámara anecoica”, afirma Pierre. “Coge una guitarra normal, de una gama muy difundida, no tiene nada que ver con La Leona en tipología, y logra que no suene nada, ni los aros ni el fondo. ¿Y por qué sí la tapa? Pues precisamente porque en la tapa estaba su patente, es decir, las barras”.
El alarde de Torres, sostiene Pierre, fue: cojan ustedes una guitarra corriente sin barras, compárenla con esta y verán cómo aquí la tapa, el elemento fundamental de excitación del sonido, incluso sin el resto de la caja activa, suena mejor que la suya. “Es decir, las barras en abanico, su invento, le dieron preeminencia sobre el resto de los guitarreros, que hacían un barraje horizontal sin mayores, que tenían un sonido plano”.
La Leona con voz de tenor
Con respecto a la famosa Leona, ahora en propiedad del doctor Erhard Hannen y considerado como el ‘instrumento cero’, Pierre afirma que en ella Torres hace “un experimento muy bonito. Es una guitarra muy pequeñita, tiene 46 centímetros y medio, es pequeña hasta con respecto a la de Tárrega... Y sin embargo, de ese instrumento sale una voz grave”.
“Vamos a analizar el papel que hacían estos instrumentos en la orquesta”, apunta. “No olvidemos que era una época histórica en que se vuelve sobre el barroco, que es la etapa de mayor cumbre en la música, y se crea la figura del tenor. La Leona es la caja de un instrumento antiguo, pero que tiene la tesitura del tenor”, y alza las cejas: “Eso no se ha dicho”.
“Ya Dionisio Aguado había dicho que la guitarra tiene que tener el mayor registro posible, y convertirse en instrumento solista”,añade el investigador. “Y ahí, al final de la época de Torres, lo que está apuntando La Leona es que podía representar en su pureza un tenor prístino, una tesitura histórica. La está violentando para que tenga una
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