¡Una receta nunca vista en la ciudad!

En el decálogo del buen anfitrión existen algunas líneas rojas que no pueden saltarse a la ligera si el objetivo de la velada es que tus invitados queden satisfechos. Elegir la comida correcta, generar un ambiente agradable, cuidar los detalles y evitar los silencios son directrices ‘sine qua non’ que tratadas con sensatez pueden catapultar tu nombre a las conversaciones de todos aquellos que fueron tus invitados, y la voluntad de repetir experiencia en su psique.

Con una apuesta nada usual en el escenario gastronómico de la provincia, el restaurante 'Buono' presentó en sociedad el pasado viernes su menú elaborado con los productos de la marca gourmet ‘Sabores Almería’ dentro del ‘Plan Anfitriones Diego García’ de la Diputación de Almería.

El hilo conductor elegido por el chef Antonio Santacroce y su socio y jefe de sala Francesco Caldarozzi ha vuelto a ser el de tender puentes de encuentro culinario entre Almería y su región natal, el Abruzzo, en el centro de la península italiana.

Bien es cierto que crear un menú basado en la fusión no es algo que en pleno siglo XXI vaya a sorprender a ningún comensal, aún cuando la idea que se persigue es encontrar el equilibrio perfecto entre dos tierras contrastadas por clima, orografía y productos. Sin embargo el método de preparación del plato principal dejó a los clientes que llenaron el pequeño ambigú a la entrada del Paseo Marítimo ojipláticos. Con una mezcla de sentimientos que rondaban el “¿pero cómo…?” y el “no puedo esperar...”.

Sabores de aquí regados con el vino de los montes de Abruzzo

Una cena a orillas del mar, alumbrada con las tenues luces doradas que despedían las estufas de fuego, es ya un aliciente para esperar con gusto algo que está por venir, más aún si los entrantes de mermeladas de pimiento y tomate de la provincia sobre pan de masa madre de cúrcuma y miel, y quesos de la Laujar de Andarax, bailan al son de un ‘violín’ de denominación de origen de Jabugo, curado en Serón, cortado por un tres veces World Guinnes Record. El maestro cortador José Antonio Moreno.

Santacroce, que se reconoce amante de la literatura, no pierde oportunidad de inspirar sus platos en el universo de las letras. Figuras como Federico García Lorca y su poema ‘Canción otoñal’ ya han sido honradas en preparaciones temáticas, sin embargo, la noche del viernes, el poeta elegido fue Gabriele D’Annunzio y su obra ‘Settembre’ encarnado en el vino Pecorino servido durante la cena, y que el escritor italiano bautizó al ver a las ovejas (pecora en italiano) devorar las hojas Y las uvas de las vides en la montaña.

¿Cocinado dentro de un queso...?

Para la ‘pièce de ressistance’, a escena apareció la carcasa de un gran queso Parmigiano que sirvió de marmita para el risotto dispuesto para el plato principal.

A fuego lento la rueda de Parmigiano cocinaba el arroz mantecado con el intenso queso italiano del interior de la carcasa. Si no bastara con lo poco usual de la preparación, el chef se guardaba bajo la manga el comodín de los fuegos artificiales. Un golpe de Moët Chandon y el contacto ígneo de la técnica del 'Flambé' y sobre el risotto aparecía una intensa llama ondulante que coronaba la receta.

Entre los comensales se encontraba Fernando Giménez, diputado de Presidencia, Lucha contra la despoblación y Turismo de la Diputación de Almería, acompañado por el director de la UNED José Jesús Gázquez, así como representantes del sector empresarial.

Durante la sobremesa, el diputado valoró muy positivamente la iniciativa de este tipo de cenas dentro del marco de el ‘Plan Anfitriones Diego García’ ya que ponen el catálogo de productos almerienses en conocimiento del gran público, al mismo tiempo que se contribuye a luchar contra la despoblación creando en los municipios focos de producción de productos de alta calidad valor gastronómico.