‘Don Quijote de la Banda’: Cervantes, para el público más exigente

La Jornadas de Tatro del Siglo de Oro volvieron a conectar con el público infantil, otra vez de la mano de la Banda Municipal de Almería y del actor Jesús Herrera. El Maestro Padilla se dejó invadir, en el mediodía de ayer, de un cálido ambiente familiar para disfrutar durante más de una hora con las ocurrencias de un Sancho Panza, dolido en su amor propio a resultas de que su nombre no figurara junto al de su señor en el “titulico” de la inmortal novela.

De fondo, la música de la Banda Municipal, que con su acostumbrada brillantez interpretó El Quijote, de Ferrer Ferran, uno de los compositores más prestigiosos de la actualidad musical, catedrático del Conservatorio de Castellón y autor de una extensa lista de títulos que forman parte del repertorio de la mayoría de bandas españolas.

Interacción

Pero además, la formación que dirige Juan José Navarro asumió un papel destacado en interacción con Sancho. El director consiguió involucrar al público en el acompañamiento de una especie de interludio, basado en la conocida banda sonora de Los Picapiedra.

Ese fue uno de los incontables elementos que se utilizan en este montaje para mantener la atención de un público tan especial. La convincente y cómica peripecia de Sancho con su incorregible rucio, que siempre se queda en el límite de las bambalinas, o la aparición de una tremenda Dulcinea, que luego va a ocupar su puesto de percusionista, llenaron de risas el patio de butacas.

Y en medio de las humoradas, Jesús Herrera supo revolver y recomponer después los pasajes más conocidos de El Quijote, con la llana naturalidad de su conseguido personaje. Siempre con el propósito de merecer un sitio más ilustre en la memoria, por mucho que termine proclamando el escaso provecho materia que reporta la fama.

Don Quijote de la Banda ha sido dirigido por Germán Jiménez y Ascensión Rodríguez, directora de las Jornadas de Teatro del siglo de Oro y ha contado con la colaboración de Basilio Romero poniendo voz en off a Don Quijote y de Paco Cañizares en el vestuario. A lo largo de toda la representación, una serie de imágenes proyectadas en el telón de fondo ilustraban lo que se contaba sobre las tablas.

Esta experiencia, que ya tuvo una primera entrega en la pasada edición con el Lazarillo de la Banda, ofrece hoy dos sesiones matinales, más de mil niños de 13 centros educativos disfrutarán de la música y del teatro, convertidas ambos en la herramienta educativa más eficaz.