“Hubo un tiempo en que la poesía era una acerada crítica a los poderosos”

Arsenio Escolar lanza una nueva edición de su libro ‘Arsénico sin compasión’

El escritor Arsenio Escolar con su nuevo libro.
El escritor Arsenio Escolar con su nuevo libro. La Voz
Elena Ortuño
20:10 • 03 ago. 2024

Arsenio Escolar ha pasado su vida entre periódicos, micrófonos y tinta. Ha dejado su impronta en medios de tanto renombre como Diario 16 de Burgos, El Sol, Cinco días o El País. Fundador del 20minutos, analista político en radio y televisión y, desde 2010, escritor publicado, mira la realidad con un toque mordaz y humorístico, plasmado en su libro ‘Arsénico sin compasión’



¿Qué es lo que les ha hecho sacar una nueva edición de ‘Arsénico sin compasión’ 10 años después? 



El libro es el primero de Archiletras libros. El número 11 de la revista Archiletras Científicas es un monográfico sobre poesía satírica, así que pensé que era una buena ocasión para reeditarlo y hacerlo coincidir. 



¿Cuando comenzó usted a escribir poesía?



Yo he sido un versificador, no me atrevo a llamarme poeta, desde muy pequeño. Escribía poesía satírica con un grupo de amigos cuando era estudiante de Filología en la Complutense. Hacíamos imitaciones a los grandes clásicos.



¿Cree que se valora lo suficiente este tipo de poesía? 



La que no lo valora es la crítica, porque yo creo que el público siempre lo ha disfrutado. Góngora y Quevedo siempre han sido más reconocidos por su poesía seria que por su poesía satírica, pero la tienen y es maravillosa. Creo que deberíamos recuperar esos versos, porque no se escribían solo para la ingeniosidad o para provocar la risa. Eran una crítica política muy dura. En ‘Arsénico sin compasión’ les he hecho varios homenajes.



¿Considera que el análisis satírico es importante para filtrar el clima político que se respira hoy? 

Sí. La poesía satírica es la manera de mirar de una manera crítica y con conciencia cosas que nos pasan hoy, como es la corrupción. Cuando escribí el libro íbamos a escándalo por semana.


Si te vas a la poesía satírica del siglo XVII, dice: “No he de callar por más que con el dedo ya tocando la boca o ya la frente, silencio avises o amenaces miedo. ¿No ha de haber un espíritu valiente?”. Se los puso Quevedo a Felipe IV debajo de una servilleta en un banquete. Lo desterraron de la Corte, porque era una crítica severa a la corrupción. Y hay muchísimos otros: Lope, Góngora… creo que ese papel debemos reivindicarlo. 


Escribió el libro en 2014, ¿se puede seguir leyendo con una mirada actual tanto tiempo después? 

Yo creo que sí, nos recuerda cómo fueron algunas cosas. La información política va tan deprisa que a la opinión pública acaba teniendo mala memoria. Sí es verdad que la mayoría de fauna política que aparece ya no está en primer plano, el único que ha continuado ha sido Pedro Sánchez. De hecho, el suyo fue el último que escribí, que se llama ‘A Pedro el guapo’.


Fue en una época bastante convulsa, ¿no? 

Sí, estábamos en pleno vendaval. Rubalcaba cayó y Pedro Sánchez llegó a la presidencia del partido, pero también abdicó Juan Carlos, llegó al trono Felipe VI... Ampliamos el plazo de entrega y escribí unos poemas de última hora.  


¿Cómo reaccionaron los protagonistas cuando leyeron el poemario? 

Les di el libro en persona porque conozco a todos, evidentemente por mi actividad periodística, y a casi nadie le gustó. A Pedro tampoco, me consta porque me lo dijo él. Tampoco les gustó a Pablo Iglesias ni a Mariano Rajoy. De hecho, queríamos a hacer una presentación a la que acudieran algunos de los personajes del libro y no encontramos a nadieque quisiera ir. No hice nuevos amigos gracias al libro, pero tampoco rompí mi relación con ellos. Solo dos personas se lo tomaron bien.


¿Cómo hiciste la selección de los protagonistas de tus poemas? 

Hay una predominancia de la derecha por una razón obvia: era la que gobernaba en aquel momento. Estaba Rajoy en el Gobierno, y Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid. Gallardón estaba ya de ministro y Ana Botella de alcaldesa. Estaba también el problema de Cataluña, sale mucho Artur Mas, Oriol Puyol por el escándalo de la ITV, los ERE en Andalucía... Procuré que saliera prácticamente todo el universo político.  


¿Se plantea escribir una segunda parte de ‘Arsénico sin compasión’? 

Pues tema no faltaría. No te aseguro nada, pero sí, a lo mejor me animo. No sé si es muy oportuno ahora con la polarización que hay. Me temo que si me meto tendría que ser aún más duro, pero lo pensaré.


Usted tiene una conexión especial con Almería, ¿alguno de los versos se ha escrito aquí?

Probablemente. He tenido allí una casa durante 15 años e iba muchas temporadas. Allí escribí un libro con mi hijo Ignacio. Este poemario lo escribí en 2013 y 2014, así que seguro que alguno sí.


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