La otra cara de Martínez Almécija, un catedrático bajo los tres palos

Catedrático de Estadística y rector de la Universidad de Almería durante diez años

Alfredo Martínez Almécija.
Alfredo Martínez Almécija. La Voz
José Ángel Pérez
19:38 • 08 sept. 2024
Nació el 7 de julio de 1949 en la calle Séneca de la capital junto a la plaza de Santo Domingo. Y allí de joven, entre el fútbol y los Estanislaos discurrieron los primeros años de su adolescencia hasta concluir el bachillerato y marcharse a estudiar a Granada tras conseguir una beca. Y a partir de ahí, hincar los codos y cuando terminó la licenciatura, le dieron plaza en cinco institutos entre ellos el Celia Viñas de Almería y cuando iba a firmar, lo llamo Alfonso Guiraum para irse Granada, y allí se fue tres años entre 1973/76. Se vino al CUA, lee la tesis en 1977 y saca la titularidad y en el año 1993, la Cátedra. Ya en esa dinámica va escalando posiciones y Martínez Almécija, catedrático de Estadística, se convierte en el primer rector nacido en Almería que se mantiene al frente de la UAL después de varias reelecciones durante diez años. Pero en su vida hay otra cara. A esa vamos.

Me cuentan que a usted el venenillo del fútbol de jovenzuelo no tenía caducidad…
De joven, el fútbol ocupaba la mayor parte de mi tiempo, entonces se jugaba en las calles, en mi caso, en la plaza de la Virgen del Mar. Los niños estábamos todo el día dándole a la pelota y hasta nos olvidábamos de los deberes del colegio. El interés por el fútbol fue decayendo al obtener una beca para realizar la titulación de Matemáticas en Granada, y a ello me dediqué para poder mantenerla los cinco años de la carrera.

Le vimos jugar de infantil en el Ancora, y ya de espigado juvenil lo fichó el At. Baleares que luego se llamó Plus Ultra. ¿Cómo fue la experiencia?
El Ancora fue el primer equipo federado en el que milité. Estaba formado fundamentalmente de los niños que vivíamos en las proximidades de la plaza de la Virgen del Mar y la Catedral. El paso al Plus Ultra fue para mí asombroso, se trataba del mejor equipo juvenil de aquella época en Almería. Sólo pude compartir su compañía una temporada, pues a la siguiente, tuve que marchar a Granada a realizar mis estudios. 

Y compartió vestuario con futbolistas que llegaron a jugar en Primera División, el desaparecido Juan Rojas, Maxi o Santi el que fuese alcalde de la ciudad…. 
La calidad futbolística de mis compañeros del Plus Ultra era muy alta y los tres que mencionas llegaron a jugar en el campo profesional en equipos relevantes a nivel nacional, algunos derivaron a otras profesiones y otros no tuvieron la suerte necesaria para poder triunfar a nivel nacional. 

En 1966 en el estadio de la Falange jugó con el equipo del Instituto Celia Viñas la final escolar del campeonato de Andalucía. ¿Qué recuerda de ese partido?
Es uno de los partidos que recuerdo como si hubiese sido ayer. La Universidad Laboral de Córdoba era el campeón nacional de los campeonatos escolares y nos enfrentamos a ellos disputándole el campeonato de Andalucía. Hicimos un gran partido, aunque perdimos por la mínima, quedando subcampeones de Andalucía. 

Me cuentan que antes de irse a estudiar a Granada el Athletic de Bilbao se interesó por usted. ¿Esto es verdad o fue una maldad urdida por sus amigos de Los Estanislao?
Estoy persuadido que fue una maldad de mis amigos de los Estanislaos, entre los que estabas tú, a saber si no partió de ti.

Si la señora María y el señor Salvador vieran a dónde llegó el niño, ¿qué pensarían?
Creo que no pudieron siquiera intuirlo, ten en cuenta, que mis primeros años de bachillerato eran un fracaso total, pues dedicaba más tiempo al fútbol que al estudio, pero mis padres tenían claro que el futuro de sus hijos estaba en la formación y el estudio. Mi padre, junto a quien después fue mi mujer, me convencieron para aceptar la propuesta de la Universidad de Granada para incorporarme como profesor. 

Pregunta fácil, manida, incluso bobalicona. ¿Usted fue un magnífico Rector o un Rector Magnifico?
Claramente Rector Magnífico, pues así lo acredita los tres nombramientos que tuve en el BOJA, como consecuencia de las tres elecciones ganadas. Lo de magnífico Rector queda a juicio de la comunidad universitaria y a la sociedad almeriense en general. 

¿Qué le ha enseñado a sus alumnos? ¿Y ellos a usted?  
La enseñanza es quizás una de las profesiones más enriquecedoras, ya que actúa en ambos sentidos. El profesor, transmitiendo los conocimientos y valores necesarios para que el alumnado se forme de la mejor forma posible, mientras que, el alumnado enseña al profesor a evolucionar y no quedarse anclado

Dígame, ¿le parece normal que sus alumnos se dirijan a usted llamándole Chipi, su apodo de adolescente, apeándole del debido tratamiento?
En mi caso, se dio la circunstancia curiosa, mis alumnos siempre me han llamado por mi nombre, lo curioso fue que muchos amigos de la infancia que siempre me habían llamado 'Chipi', al salir elegido Rector de la Universidad, comenzaron a llamarme por mi nombre y yo les aclaraba que era el mismo que creció junto a ellos.

De esos varios centenares de alumnos que en sus diez años de Rector ha conocido ¿cuántos han superado al catedrático? 
Mi vida laboral en la enseñanza universitaria ha durado 47 años, comencé con 23 años y la jubilación se ha producido a los 70, por tanto, no puedo decir cuántos alumnos han pasado por mis clases. Lo que sí sé es que muchos son catedráticos de Universidad, otros catedráticos de Instituto y algunos otros se han dedicado a la empresa y hoy son directivos. 

Una curiosidad que me devora. ¿Sabiendo Estadística se encuentra más empleo que apuntándose a un partido político? 
Independientemente del empleo que encuentren, siempre defenderé que el esfuerzo, la dedicación y el conocimiento deben constituir la base de una buena formación, esto es la concepción que tengo de la vida, y veo que la política partidista debe realizarse una vez conseguida esa formación.

¿Qué deben de hacer unos padres si sospechan que su hijo o hija va para político?
Los padres deben ser siempre los mejores consejeros para sus hijos y si quieren dedicarse un tiempo determinado a la gestión pública, que lo hagan, pero no considerar la política como una profesión, que creo que es lo que está ocurriendo en muchos casos.

Sea sincero. En sus tiempos de Rector ¿había muchos arribistas con ansias de poder en la Universidad? 
La Universidad es una de las Instituciones que mejor refleja a la sociedad y en esta sociedad ¿No existen muchos arribistas? Pues, en la Universidad exactamente igual.

¿Cuántos problemas ha tenido encima de su mesa durante su etapa de Rector que le llegaron a quitar el sueño?
Una cosa tenía clara, preocuparme de dar la mejor solución posible a los problemas que cada día se presentaban, pero, esa preocupación en ningún caso podía quitarme el sueño. Cuando uno pierde el sueño, malogra la ocasión de la mejor solución al verse desbordado por el problema.

¿Es cierto que un personaje del alto standing de la política nacional le tiró los tejos para incorporarlo a sus filas?
Nunca he tenido mi ilusión puesta en la gestión política. En un momento determinado decidí participar en la política partidista, pero realmente duró bastante poco, el tiempo necesario para darme cuenta que después de haber participado activamente al desarrollo de la Universidad, la política no me satisfacía como para dedicarme a ella.

Y para finalizar, cómo está el patio... ¿Por quién cree usted que votaría San Indalecio, el patrón de Almería en unas hipotéticas elecciones? 
San Indalecio, patrón de Almería, está muy por encima de la clase política que tenemos en España y desde su altura humana e intelectual, intentaría por todos los medios interceder, para que los problemas que tenemos en España se resolvieran desde el entendimiento y la lógica y, esto sería un nuevo milagro logrado por nuestro Santo Patrón.










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