Torres Jerez regresó de Perú cargado de ilusión por los éxitos obtenidos

El matador de toros almeriense Torres Jerez ha regresado de su triunfante periplo taurino en tierras peruanas, donde ha tenido la oportunidad de hacer el paseíllo en cuatro ocasiones, cosechando importantes éxitos.
Confiesa Torres Jerez que se ha sentido muy bien en las plazas peruanas, pese a encontrarse con una afición a la que “es difícil arrancarle un olé entre pases. Es un público que espera al final de la tanda”, comenta el torero que, también resalta el respeto que se dispensa a los diestros por parte de todo el mundo. Otra característica de la afición peruana es que valora en extremo la suerte de matar: “En la última tarde, que corté dos orejas, hubiese podido conseguir dos más si no hubiese pinchado”
No ha encontrado el almeriense grandes diferencias en el ganado, ya que la mayoría de las reses lidiadas, que cría el ganadero Aníbal Vázquez, son de procedencia Jaulilla, vía Parladé. En concreto recuerda una tarde que lidió un encierro destinado en principio a la Plaza de Acho, de excepcional calidad. “Lo único que parecen acusar un tanto es la altura. En Ticapampa toreamos a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar y cuesta un poco acostumbrarse. Además, todos los días se viven las cuatro estaciones seguidas, lo que también exige acostumbrarse”, comenta Torres Jerez.
Sin embargo, las dificultades de encontrarse en un clima tan diferente del español no le ha impedido sentirse torero de manera muy intensa. Además de su acreditado toreo de muleta, el almeriense ha cuajado excelentes verónicas y quites que hasta ahora no había practicado. “Fue algo inesperado incluso para mi. La verdad es que he vivido momentos magníficos en estas cuatro corridas, sobre todo en la última.Este ha sido el segundo viaje de Torres Jerez a Perú, después de que el año pasado viajes a este país en junio.
Los éxitos obtenidos en esta última estancia le han abierto la posibilidad de contar en las agendas de varios empresarios de cara a la próxima temporada.
Podrían ser hasta una decena de tardes las que barajaría el almeriense, repartidas en las distintas épocas de la temporada, en las que se prodigan las ferias taurinas en Perú.