El almeriense Carlos López, ante el desafío del Marathon des Sables

El almeriense Carlos López, ante el desafío del Marathon des Sables

Evaristo Martínez
01:00 • 06 abr. 2013

El Marathon des Sables, que puede traducirse como maratón de las arenas, es una de las pruebas de atletismo más duras del mundo: 240 kilómetros durante siete días, en seis etapas, bajo el sofocante sol del Sáhara. Unas condiciones extremas que desde mañana desafiará un atleta almeriense de 31 años, Carlos López Muñoz.

Administrativo en la empresa familiar Dofil Tres, dedicada a la gestión inmobiliaria, Carlos será uno de los 24 españoles participantes en una prueba de organización francesa que cumple 28 ediciones y que reunirá a cerca de novecientos participantes de todo el mundo hasta el sábado 13.

El Marathon des Sables es mucho más que una aventura deportiva: es un desafío personal en el que los corredores tienen que soportar temperaturas que rozan los cincuenta grados. “Además, es una prueba de autosuficiencia. En tu mochila tienes que llevar todo lo necesario para la semana: desayuno, comida y cena; un saco de dormir, un forro polar, linternas, analgésicos, tiritas, artículos de higiene... Lo único que te da la organización es agua embotellada”, explica a LA VOZ Carlos López días antes de volar hasta Madrid para partir rumbo a Marruecos.

Las etapas oscilan entre los veinte kilómetros de la última y los ochenta de la cuarta, que se desarrolla en dos jornadas. Y el terreno por el corren es variado: desértico, pedregoso, antiguos lagos secos y, sobre todo, dunas de arenas.

Por eso, el almeriense, que lucirá el dorsal 998, lleva desde el pasado octubre preparándose en distintas superficies. “Entreno por la playa, en el Paseo Marítimo. Algunas veces subo a Enix para hacer cuestas y todos los fines de semana hago una ruta, como de San José a Los Escullos y volver. También corro descalzo para coger dureza en los pies, ya que el noventa por ciento de la gente que se retira es a causa de las ampollas”. Y todo, con su mochila de trece kilos a cuestas, aunque ha llegado a entrenar con más de diecisiete.

Su afición por el atletismo comenzó hace siete años con la Media Maratón de El Ejido. Ha participado en dos ocasiones en la carrera de ultrafondo al Veleta, en la ‘IronMan’ de Tarragona y en las 24 horas de atletismo de Barcelona, donde hizo 132 kilómetros.

Ahora, afronta la aventura de su vida en el Marathon des Sables. Su objetivo: “Terminar, aunque sea el último”.







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