“Sí me gustaría sería seguir con el proyecto de ‘Ágape’, y que con esa película se puedan financiar, a través de la colaboración de muchas personas, siguientes proyectos”, explicaba Carlos Quiles, allá por el pasado mes de diciembre. “Involucrar a la mayor cantidad de gente posible en esto, porque uno posiblemente no va a cambiar el mundo, pero sí puedes cambiar una parte más cercana a tí del mundo, y ya eso es suficiente”.
Almeriense de la playa de San Miguel, pero actualmente viajero por todo el mundo, Quiles acababa de ganar dos premios en el Festival Internacional de Cortometrajes ‘Almería en Corto’ con su trabajo ‘Ágape. Historia de un sueño’. Un emotivo acercamiento al día a día de un orfanato en Tailandia que da alojamiento y educación a niños huérfanos refugiados birmanos. “Por ejemplo, David, su fundador y director, no ha podido salvar a todos los niños del mundo”, añadía. “Pero esos 300 niños acogidos en ese lugar ya tienen alimentación y educación”.
Aunando voluntades
Y como ocurre en las cosas de este Universo, a veces el karma termina tomando partido por los sueños de quienes ponen verdadero empeño y trabajo en realizarlos. De modo que el proyecto ‘Ágape’ sigue por estos tiempos su andadura, aunando voluntades y moviendo conciencias.
De hecho, fue en el mismo festival ‘Almería en Corto’ cuando Irene Garcés, profesora del instituto Puebla de Vicar, vio el documental, se emocionó y le escribió a Carlos para proyectarlo en el centro. “Algo que era justo el paso próximo que quería dar para continuar el viaje de ‘Ágape...’”, dice el documentalista.
La cita tuvo lugar el pasado 25 de abril, y contó con la presencia del alcalde y la concejala de Cultura de la localidad. Asistieron unos 200 alumnos del IES Puebla de Vícar, y tras la proyección “se produjo un conversatorio bajo el lema ‘Inspirando a soñar’, donde los chavales preguntaron todo tipo de anécdotas del rodaje”, explica Quiles. “Y donde los animé a seguir sus sueños, y que a pesar de la crisis y de todo siempre, absolutamente siempre, se sale adelante si uno cree firmemente en sus sueños. Todo es posible con amor, energía y pasión”.
La lucha por seguir adelante
Como aportación al proyecto, cada alumno pagó una entrada-donativo de tres euros, “con los que se convierten en microproductores de la próxima película que realizaré, y se crea una comunidad de gente que se ha emocionado con Ágape y que participa de forma activa en el proyecto”, añade. “De hecho, la idea que con este evento se ha iniciado oficialmente es la de una ONG que tratará, a traves del medio audiovisual, de ayudar directamente a los protagonistas de estas historias, que siempre tratarán de llevar esperanza a un contexto social de conflicto”.
El documental ‘Ágape. Historia de un sueño’ se ha proyectado en Suecia y en Noruega, acaba de ganar el tercer premio en el festival ‘Miquel i Fabreges’, y ganó el premio solidario en el concurso ‘El corto del año’. Incluso ha sido solicitado para proyectarlo en el centro penitenciario de Ushuaia, en la Patagonia argentina. “Este un sueño, cierto”, dice Quiles. “Pero un sueño que ayuda a mucha gente, y luchamos por que no se detenga”
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