“Seguimos viviendo como una gran familia”

“Seguimos viviendo como una gran familia”

Evaristo Martínez
23:44 • 11 oct. 2013

Salieron de Alhama de Almería en los años veinte del siglo pasado buscando un futuro mejor. Se establecieron en Nueva York donde, como el resto de emigrantes, tuvieron que desempeñar los trabajos más duros. Algunos llegaron con hijos pequeños, incluso de pocos meses; otros los tuvieron ya allí. Pero todas aquellas familias --cerca de un centenar-- quisieron que sus descendientes se adaptaran a la sociedad norteamericana sin perder sus raíces españolas y alhameñas. Y, sobre todo,  les transmitieron los valores culturales y humanísticos de Nicolás Salmerón, su más ilustre paisano.

Alhama de Almería rinde homenaje esta tarde a aquella colonia que adoptó el nombre de Grupo Salmerón. Será a partir de las 17.30 horas en un acto que contará la presencia de seis descendientes de estos emigrantes: los matrimonios formados por Manuel López y Virtudes Arcos, Enriqueta Gálvez y Ángel Castillo (ambas parejas llegadas el martes desde Estados Unidos) y Cristi Tortosa y María Rodríguez (emigrantes retornados y ya establecidos en Aguadulce).

Acompañados por la historiadora María del Carmen Amate, autora del libro ‘El Grupo Salmerón en Brooklyn. Alhameños en Nueva York’ y una de las impulsoras del homenaje, los seis (en la foto, en ese orden) pasearon ayer por la capital y compartieron con LA VOZ su emoción.


Formación
“El mérito de aquella generación es que sin haber ido a la escuela, y muchos sin saber escribir, quería que sus hijos tuvieran la mejor formación. Incluso nos enseñaban esperanto. Por eso, este homenaje no es para nosotros: es para ellos”, explica Enriqueta Gálvez.

Su marido, Ángel Castillo, no es alhameño sino almeriense. Llegó a Brooklyn en el año 1949 y fue acogido como uno más. “Me recibieron con las manos abiertas y siempre he estado con ellos. Hemos asistido juntos a muchos bautizos, a muchas bodas y, desgraciadamente, a muchos entierros”, recuerda.

Ese sentimiento de unidad también lo subraya Virtudes Arcos, quien llegó a Nueva York con ocho meses. “Nuestros padres nos transmitieron la cultura española: aprendíamos el idioma, leíamos ‘El Quijote’... Y conocíamos Alhama muy bien sin haber estado nunca. Los que estamos en Nueva York nos vemos todos los días, seguimos viviendo como una colonia, como una familia muy unida”.

Manuel López, su esposo, rememora la figura del republicano José Asenjo Torrado, uno de los mejores ‘maestros’ para los críos del Grupo Salmerón. “Fue general de brigada en la Guerra Civil. Nos daba clase todos los miércoles y cobraba cincuenta centavos por niño”, dice.


Para el recuerdo
Los receptores del homenaje están muy agradecidos al Ayuntamiento alhameño por este reconocimiento. “Lo que vamos a honrar es el esfuerzo de nuestros padres. Fue enorme, estaban solos en una cultura sajona y nos dieron escuelas de español, nos transmitieron un amor grandísimo por nuestro país. El Grupo Salmerón fue una réplica de Alhama, como una isla dentro de Nueva York”, sintetiza Cristi Tortosa.

Una placa sobre un atril de piedra en el parque Nicolás Salmerón de Alhama reflejará el agradecimiento de todo un pueblo a aquellos emigrantes. Desde hoy y para siempre.







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