La apasionante aventura de ‘El cosmonauta’

Nicolás Alcalá habló ayer sobre ‘crowdfunding’ con estudiantes de imagen y sonido

Marta Rodríguez
23:57 • 04 dic. 2013

El sueño de hacer una gran película, de contar una historia a 24 fotogramas por segundo, es posible. Nicolás Alcalá compartió ayer su experiencia profesional y personal ante un nutrido grupo de estudiantes de imagen y sonido. Es el director y uno de los productores de ‘El cosmonauta’, el proyecto transmedia que logró financiarse gracias al micromecenazgo o ‘crowfunding’.

“Yo todavía no me lo creo.  Ha sido todo muy bonito y al final ha participado mucha gente”, afirmó a LA VOZ minutos después de presentar el largometraje.

Un fenómeno de éxito
‘El cosmonauta’ constituye uno de los fenómenos más exitosos del mundo en el uso del ‘crowdfunding’ (financiación colectiva), ya que consiguió reunir más de 400.000 euros gracias al apoyo de 4.500 productores. “Una de las claves fue que estábamos contando una historia muy personal. Éramos tres chicos que estudiábamos cine y queríamos cumplir nuestro sueño, hacer una película particularmente ambiciosa. Era un proyecto grande, íbamos a rodar en tres países y en inglés y ambientarla en los años 70. Además, pretendíamos cambiar un poquito el funcionamiento de la industria”, desveló.

Así, lo que en principio iba a ser un cortometraje acabó convirtiéndose en un largo y creciendo en todos los sentidos. No en vano, ahora es mucho más que una película y tiene a su alrededor un libro y un sinfín de cortos que, aunque complementan la historia, pueden entenderse de forma autónoma.

Los contenidos se han distribuido de forma gratuita en Internet y permiten a los usuarios no sólo copiarlos si no también editarlos. “Creo que esos elementos innovadores son los que han hecho que la gente se enamore del proyecto”, reflexionó.

Según Alcalá, el grado de transparencia es tal que el guión del filme se subió a la Red y la película cuenta con veinte minutos de títulos de crédito en los que se citan a todos los productores. “Nuestro deber era hacer una película potente, que luciera y que pudiera competir en las salas de cine. Ese ha sido el valor diferencial”, analizó.

Compartir la experiencia
Después de tanto tiempo de trabajo y entrega sin obtener ningún tipo de beneficio de ‘El cosmonauta’, para Nicolás Alcalá el mejor premio es compartir su experiencia con estudiantes de cine. “Cuando hablo del proyecto ante jóvenes y veo que consigo ilusionarlos, pienso que ha merecido la pena”, indicó.

Su productora, Riot Cinema Collective, tiene además un vínculo almeriense, pues su primer trabajo fue un documental sobre las Salinas de Cabo de Gata. “Para mí Almería siempre será un sitio al que volver”.







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