La Alcazaba es más accesible. Barandillas y rampas para acercar el conjunto a todos

La Alcazaba es más accesible. El conjunto ha estrenado este verano una actuación que no es el montacargas tantas veces reclamado por la sociedad almeriense, pero sí constituye un importante primer paso. Se trata de un sistema de barandillas y rampas que abre el principal monumento de la provincia, al menos en parte, a personas de movilidad reducida.

El objetivo era que la intervención estuviese lista de cara a la temporada estival, dada la importante afluencia de turismo que se produce en esas fechas. “Comenzamos en marzo y la hemos completado entre junio y principios de julio. La hemos hecho con Verdiblanca”, indica a LA VOZ la delegada territorial de Educación, Cultura y Deporte, Isabel Arévalo, en alusión a la asociación almeriense de personas con discapacidad.

La actuación se divide en dos partes. De un lado, en toda la rampa de acceso a la Alcazaba, desde la parada del autobús hasta la Puerta de la Justicia, se han instalado unas barandillas de hierro y se ha aplicado un tratamiento para uniformar el empedrado de los escalones.  

“Todo ha pasado por la Comisión de Patrimonio para que no tenga ningún impacto en el conjunto. Las barandillas están pensadas, sobre todo, para las personas mayores”, añade.

De otro lado, un sistema de rampas de madera conecta ahora el tercer y el segundo recinto, de modo que personas de movilidad reducida puedan entrar al monumento por ahí y llegar a los puntos donde se suelen desarrollar las actividades culturales. 

“La idea es que accedan por la puerta del tercer recinto, pues desde allí hay un recorrido que se puede hacer sin problema con silla de ruedas y muletas. A éste le han puesto barandillas rígidas con un impacto visual mínimos y en los escalones de la parte de la ermita y la zona de aseos se ha hecho una pequeña rampa de piedra integrada. A partir de las casas mozárabes, hay otra enorme de madera en dirección a la parte más alta, la Torre de la Pólvora”, señala.

A juicio de la delegada, la orografía que rodea al monumento complica que el proyecto del montacargas se pueda materializar. “Sólo hay un precedente en un castillo de Alicante, ni en la Alcazaba de Málaga ni en la Alhambra de Granada hay nada parecido. Con esta actuación tenemos mucho camino avanzado”, concluye.