Si los Reyes Magos fueron los protagonistas de la madrugada del día 6 de enero con su tradicional reparto, Almería regaló ayer a sus ciudadanos una jornada soleada y con buena temperatura que permitió sobre todo a los pequeños de la casa salir a lucir sus pequeños tesoros en calles y parques.
Una jornada festiva en toda regla en la que las familias fueron las grandes protagonistas: padres, madres, abuelas y hermanos se unieron en el disfrute de bicicletas, patines o monopatines, triciclos, coches y pelotas de todos los tipos y colores. Y los niños, felices de poder estar rodeados de quienes más aprecian sus alegrías.
Dicen los estudios de mercado que la electrónica en forma de tablets, wifis, ordenadores o teléfonos ganan terreno a los juguetes clásicos, quizá por eso se percibe algo menos de afluencia en las calles. Es el signo de los tiempos que deja a muchos niños en casa enganchados con los ingenios electrónicos en lugar de sacarlos al sol invernal.
Y así el Paseo Marítimo, la Rambla, el Parque de Las Familias y otros espacios públicos se llenaron de risas y de juegos, de ilusión pintada en la cara de los niños y de sonrisas complacientes de felicidad en los mayores. Es quizá el día más apropiado para la reunión de las familias en las calles, para salir a visualizar una Almería que se hace diferente con el paso de los años, pero que deja espacios para que los almerienses sean más felices.
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