El ilustrador Santiago Girón invita al lector a “buscar la magia en la selva de lo cotidiano”

En principio, ‘El extraño caso de la mujer carbonizada’ (Ediciones Traspiés, 2015) puede parecer un librito sin grandes aspiraciones. Pero basta abrirlo, observar una de sus ilustraciones y leer el texto que la acompaña para comprobar que con él su autor, Santiago Girón, aspira ni más ni menos que a empujar al lector a buscar la felicidad en las pequeñas cosas de la vida. 

En un perfecto equilibrio entre las ilustraciones y los textos, el dibujante jiennense, afincado desde 1991 en El Ejido, plantea pequeñas reflexiones vitales que, según dice, no son más que sugerencias. Ahí entra en juego el lector, que ha de abandonar su rol pasivo y participar de forma activa en la construcción de la trama. 

“Solo deseo que empuje al lector a penetrar en la selva de lo cotidiano en busca de la magia que se esconde en ella. Cuando me preguntan sobre géneros, suelo decir éste es un libro de fantasía costumbrista.  Recomiendo al lector que se entretenga coloreando las ilustraciones, añadiendo su propio texto al mío o escribiendo su propio libro”, apunta a LA VOZ.

Por las páginas de la obra caminan cuatro seres curiosos que buscan, cada uno a su manera, su cuota de felicidad. Se trata de un misterioso dandi que vive en un parque y lee a Salinger, un bebedor que se va de farra con un personaje de cómic, un viejo detective que se enfrenta a su último caso y un hombre desamparado al que la suerte siempre da esquinazo. 

“Son personajes que pueden ser vistos como estereotipos o símbolos y que, en una primera lectura, parecen representar sentimientos universales o estados de ánimo: la cobardía, la soledad, la melancolía, el fracaso”, analiza.

‘El extraño caso de la mujer carbonizada’ surgió un día, casi sin pensar, de una libreta de hojas blancas y unos dibujos al tuntún. “Los dibujos representaban personajes y entornos más o menos convencionales y me sugerían frases que iba apuntando al margen. Las historias se fueron construyendo solas, de manera que al acabar cada nuevo dibujo, no tenía ni idea de hacia dónde se dirigía el relato. Esta sensación de desorden, casi de caos, fue muy liberadora para mí y se mantuvo durante todo el proceso”, expresa el escritor en una entrevista.

Colectivo de ilustradores
Santiago Girón (La Carolina, 1963) forma parte de un colectivo de ilustradores almerienses que se ha constituido recientemente y que el pasado mes de agosto expuso en la Librería Picasso de la capital. “Es un grupo fantástico, muy heterogéneo. Somos muchos, cada uno con su peculiar estilo y manera de entender el arte de la ilustración”.

En la actualidad, imparte talleres de cómic e ilustración para escolares. Además, fue uno de los impulsores de Lagartos Editores, junto al cineasta Manuel Martín Cuenca.