El Museo de Almería se mira en el espejo del Thyssen-Bornemisza. Al menos en el espejo de su ambicioso proyecto educativo, que se remonta al año 95. Rufino Ferreras, responsable de Desarrollo Educativo de la pinacoteca madrileña y coordinador de ‘EducaThyssen’, ofreció ayer una conferencia ante profesores, personal del Arqueológico y público en general.
Según explicó Ferreras, el Thyssen-Bornemisza es uno de los museos más visitados por los centros educativos de Madrid. No en vano, el siete por ciento de sus usuarios son estudiantes, “un dato brutal en un lugar como Madrid, donde lo normal es que esta cifra gire en torno al uno por ciento”. En 2014, pasaron por allí 38.000 escolares.
“Nuestro programa está pensado para que entre los tres y los 18 años cada chaval pueda venir al museo a hacer al menos dos cosas distintas por curso, eso al margen de las exposiciones”, señaló.
Partiendo del hecho de que el de Almería y el Thyssen son museos de diferente tipología -el primero se centra en la arqueología y el segundo está dedicado a las bellas artes-, este experto en desarrollo de programas educativos en centros de arte puso en valor que al final el objetivo de ambos es el mismo: conservar y difundir el patrimonio. Y ese objetivo común tiene una clara “vertiente educativa”.
A continuación, el conferenciante repasó, desde un punto de vista pedagógico, la historia de esta institución -integrada en el llamado Triángulo del Arte del Paseo del Prado, junto al Museo del Prado y el Reina Sofía- e indicó que desde su inauguración la intención había sido dar importancia al aspecto educativo. Sin embargo, en un primer momento el programa quedó relegado a los semisótanos y hasta 2004 no se creó un departamento como tal.
A día de hoy, ese departamento educativo cuenta con un equipo formado por una docena de personas. Su filosofía se basa en la innovación y experimentación, la flexibilidad metodológica y la transversalidad. “Somos una pinacoteca que enseñamos historia del arte, pero también otras muchas cosas como educación en valores”, subrayó Rufino Ferreras.
La conferencia de ayer se enmarcaba en un curso pionero en Andalucía organizado por el Centro de Profesorado de Almería y la Junta que pretende convertir el Arqueológico en un recurso didáctico.
Un referente de los museos
Rufino Ferreras es responsable de Desarrollo Educativo del Museo Thyssen-Bornemisza y coordinador del proyecto ‘EducaThyssen’, un referente en el mundo de los museos. Experto en Diseño de Aplicaciones Multimedia y licenciado en Historia y Ciencias de la Educación, ha escrito libros sobre innovación educativa.
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