Las Guerreras ganan y jugarán con Francia

Sufriendo, y sudando, Las Guerreras ya están en cuartos de final de los Juegos de Río. Les espera Francia, con quien tiene cuentas pendientes del Mundial 2015 de Dinamarca. Ese partido decidirá si, como en Londres, están en la lucha por las medallas. Lo merecieron las chicas de Jorge Dueñas, irregulares en la primera fase pero con un nivel de balonmano que, quedó demostrado ante Brasil, puede darle para arrancar una medalla si corrigen ciertas desconexiones en su balonmano. A dar el último paso ayudó el amor propio de Carmen Martín. De Roquetas, Almería, lugar con estimable tradición de balonmano, su velocidad y su coraje desde el extremo derecho sacaron de un buen aprieto a España, que penó de lo lindo en la primera parte.

Para empezar, el Arena do Juventude se volcó del lado de Angola por más que las africanas estuvieran ya clasificadas. Hubo ciertos nervios en Las Guerreras, que se sostuvieron por esos contragolpes que remató Carmen Martín, y por la jerarquía de Alexandrinha Cabral, que compensó el poco acierto de Zoqbi bajo palos. La portera de Mina Gerais no supo localizar los lanzamientos angoleños, especialmente de Belinha. Con 1/9 en su estadística, Jorge Dueñas cambió de planes y sacó a Silvia Navarro (minuto 20), un acierto: la valenciana firmó casi un 40 por ciento de acierto. De paso, ordenó una defensa 5:1 sobre Belinha. El partido cambió de paso y España pasó del 8-10 al 13-10. Para el descanso, sin embargo, seguía apretado: 13-12.

Angola no se entregó jamás por más que España abriese una ventaja de hasta cuatro goles (19-15) y varias de tres. Un momento límite en el minuto 48 con 21-20 que hizo pensar en lo peor. Había que aguantar sólo diez minutos más. Silvia Navarro, 1,69 y 62 kilos, fue más que Ba y que todas. A cuartos Las Guerreras.

Bá, la atracción, sólo hizo dos paradas.

Uno de los atractivos del partido era la portera de Angola, Teresa Almeida, Bá, una de las atracciones de los Juegos. Sin embargo, no fue su mejor día y el seleccionador angoleño la sustituyó en la primera parte por su bajísimo acierto: 2/11.