Con la mejor afición tenemos el peor equipo

En la peor etapa del Almería brilla su afición aguantando todo lo que le echen

Esta afición puede con todo.
Esta afición puede con todo.
Tony Fernández
10:47 • 14 nov. 2016

No es la primera vez que escribo de esto ni será la última señores. Me quedo de piedra viendo la capacidad de aguante y la fidelidad de los aficionados del Almería. Lo perdonan todo. Menuda paciencia.




Vamos a por la tercera temporada de angustia con el Almería en la cola y siempre está por encima del equipo una afición que les muestra su cariño y comprensión. Aunque a veces uno no entiende a que juegan estos muchachos. Sobretodo fuera de casa. No hay manera de ganar.




Ser abonado del Almería era hace una década todo un chollo con el equipo mirando a Primera con Emery en el banquillo. Se ganaban muchos partidos y se disfrutaba del equipo como nunca. Aquello acabó en ascenso.




Pero los aficionados de aquel tiempo tenían muchos motivos para ser del Almería subidos al carro del éxito y de la Primera División. La victoria tiene muchos padres y a la derrota no la conoce ni la madre que la parió.




A lo que vamos, desde el descenso a Segunda tras una temporada con Francisco, JIM y Sergi Barjuan, toda alegría ha sido efímera y el equipo sigue en caída libre por mucho que fiche Soriano. Aceptamos como alegría salvarnos de churro en Córdoba. Menuda fiesta.




Llevamos tres temporadas sufriendo tela marinera y siempre siguen fieles esos 8.000 que van al campo ilusionados en un cambio de aires. En tiempos mejores que no llegan. Y se ponen delante de la tele esperando que suene la flauta fuera de casa y a los 12 minutos su equipo los manda a echar la siesta encajando un gol a pelota quieta.




Alfonso lo intenta y Soriano también, pero es que no hay manera de ser ni siquiera un equipo de la mitad de la tabla en Segunda por mucho dinero que se invierta. Por buenos jugadores que se firmen.




Tengo claro que a día de hoy los aficionados están por encima del equipo y no encuentran respuesta en sus futbolistas. Tan buenos en lo individual como malos en lo colectivo.


De una forma inversamente proporcional a mejor afición: peor equipo.


Cada lunes tengo que limpiar el disco duro de mi mente para poder entender a este Almería de hoy


No hay manera.


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