Amargan a cualquiera

A lo largo de la historia los presidentes del Almería han dejado claro que en esta tierra “hay mucho aficionado de barra de bar” pero al paso que vamos ya ni en los bares.

Este Almería fuera de casa es una ruina y no da un disgusto a nadie salvo a sus propios aficionados, que están hartos de tanta mediocridad cuando salen a competir fuera.

Hay que estudiar lo que le ocurre a este equipo. Es todo un Expediente X porque nunca estuvo tanto tiempo sin ganar fuera como en las últimas tres temporadas.

Cuando no es por una mala salida es por un triste final. No hay manera de ganar fuera de casa y a Soriano esto le debe de picar ya que si quiere ser un buen entrenador los puntos fuera saben mejor.

Cuando el equipo viaja y los seguidores que no tienen la televisión de pago en casa salen al bar, vuelven ‘amargaos’ por la imagen primero y el resultado después. Unos se borran pero otros siguen a la espera de lo que no llega.

No hay quien aguante a este Almería fuera de casa. Nos han tomado cariño las aficiones rivales porque no hay mal que el Almería no cure con un buen marcador para el contrario.

Hay partidos que uno después de verlos jugar no tiene gana ni de ver los resúmenes de los goles. Hastiados de tanto desencanto unos ponen el Telediario y otros Cachitos de Hierro y Cromo.

Yo los lunes veo cine español en blanco y negro de los tiempos de la guerra como terapia de shock.

Me va bien. Desconecto. Olvido. Borro del disco duro del partido.

Y el mismo día del encuentro (sábado o domingo) me pongo a leer la prensa económica que me relaja mucho y paso el mal trago.

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