No cabe motivo para la queja y sí para la concentración, ya que cada uno de los dos rivales puede hacer la lectura más acorde a su necesidad si invierte el pensamiento. Desde URA se puede creer que falte rodaje ante un equipo que no ha parado de jugar en ningún momento, y desde las filas de Majadahonda se puede estar pensando que su adversario llega descansado y con todos sus hombres recuperados. Esa sería la negativa, convertida en positiva si se ve a la inversa: los otros están desconectados o los otros están cansados. Nada de eso va a importar desde que vuele el primer balón a las 11.00 horas de este domingo en el Campo Municipal de Rugby de la localidad del norte de Madrid.
Así de claro lo tiene Pablo Jiménez, el preparador unionista, que analiza tanto los pros como los contras: “Majadahonda se presenta en esta eliminatoria habiendo jugado cuatro partidos seguidos en cuatro semanas, lo cual hace que tenga mucho más ritmo competitivo que nosotros, pero por el contrario, no han podido descansar ni recuperar a sus lesionados, cosa que nosotros sí”. Dicho esto, espera Jiménez que “esa falta de ritmo competitivo la podamos suplir con un mejor físico”. En esa línea, ha precisado que “se lleva trabajando un mes y medio con una pequeña carga física a los jugadores, una especie de mini pretemporada”. El tándem con Alfredo Fernández ha vuelto a funcionar.
Vista la situación, y sin ninguna posibilidad de juego real desde la épica victoria sobre Atlético Portuense para eludir el descenso directo en la última jornada, el plan del míster de los cruzados está claro: “Tenemos la esperanza de que cuando lleguemos al partido tengamos sobre todo en los últimos veinte minutos más capacidad física que pueda marcar la diferencia”. Pero para ello habrá que trabajar mucho ante un gran rival: “Es un buen equipo, con algunos jugadores muy buenos, como especialmente el 1, el 8, el 10 y el 13, con una delantera potente y con mucha velocidad de transmisión de balón cuando consiguen romper la primera cortina defensiva”. El análisis realizado ha sido exhaustivo.
Pero lo primero que se debe tener muy claro siempre es el propio estado, sobre lo que Jiménez abunda en tono optimista: “Nosotros nos presentamos en
Madrid bastante bien, descansados, con un tono físico aceptable y con un gran trabajo anímico detrás que creemos que nos dará sus frutos durante la eliminatoria”. En cuanto a los convocados, no se podrá el equipo de gala pero sí se estará cerca: “El único punto negativo es que acumulamos varias ausencias en la misma posición, lo cual creemos que vamos a resolver sin problema, pero no lo sabremos hasta el mismo día del partido”. El equipo viajará el sábado y lo hará sin exceso de confianza en el equipaje.
En ese sentido, lo que siempre ha definido a Unión Ruby Almería como club es el respeto en todos los ámbitos, y más sobre el terreno de juego. El rival está a las puertas de División de Honor B por méritos propios, y eso hace que las alarmas estén encendidas: “Somos conscientes de la gran dificultad de la eliminatoria, pero también de nuestras posibilidades de superarla; sabemos que si hacemos un buen partido, al nivel que hemos jugado muchos este año, ganaremos seguro, pero que si por problemas de concentración o de falta de respeto al rival no somos capaces de jugar a nuestro mejor nivel, Majadahonda es un buen equipo que nos lo va a hacer pagar”. Relajación ‘cero’ en URA.
De hecho, Pablo Jiménez desvela que “se lleva tiempo trabajando con toda la plantilla en ese sentido, intentando que todos entiendan que no va a ser un paseo, sino algo parecido a lo que vivimos cuando nosotros jugamos la fase de ascenso”. En aquel momento se pudo sumar la primera de las tres victorias que por ahora Unión Rugby Almería ha logrado en Madrid, en concreto frente a CRC B. Después llegaron ante Arquitectura la primera temporada en División de Honor B y ante Ingenieros Industriales en esta segunda, vital para depender de si mismo de cara a eludir el descenso directo. Precisamente los lugares de la primera y la última, Pozuelo y Las Rozas, rodean a Majadahonda.
El club majariego pretende cerrar el triángulo rugbier que se formaría con sus dos poblaciones limítrofes, una vez que ha cuajado una gran temporada pero que no ha podido tener el remate de ascenso directo. Exento en la primera eliminatoria, eliminó a CAU (33-20 y 22-32 con sendas victorias) en la segunda, la de semifinales, y cayó en los dos partidos de la final frente a Universidad de Granada (25-11 y 10-18). Ahora llega la promoción, y la ida entre Majadahonda y URA será dirigida el domingo (11.00 horas) por el señor Luis Santos, siendo la otro eliminatoria la que jugarán VRAC B contra Real Oviedo. Se debe tomar como un partido a 160 minutos, contando con la vuelta en el Emilio Campra.
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