Lucas levanta la copa

Yo siempre he sido por encima de todo un hombre de empresa. Desde que entré a trabajar en el Grupo Saveres en cada uno de los cursillos de Mercedes Benz era el primero de los mensajes de los alemanes: “Por encima de todo está la empresa”. Lo llevo a gala. Siempre lo tuve claro.

Pero en el fútbol donde los millones vuelan, más de uno se cree por encima de todo y no es así. Me remito a Lucas Alcaraz que lejos de pedir por sus futbolistas (eso lo hará en sus oraciones) levantó la copa por todos los empleados del Almería. Sabe bien lo que llena entre manos. “De nuestro trabajo depende mucha gente”, dijo.

Por todos los trabajadores del Almería celebraron la salvación Soriano y Ramis y espera Lucas que también pueda decir lo mismo cuando termine la Liga en curso.

Ha sido el mejor de los mensajes porque el presidente como los capitanes van a ese PLUS que les toca para ser mejores cada día mientras que Lucas no se olvida del pan del trabajador.

Llegar a fin de mes siempre ha sido el pan nuestro de cada día. Lucas Alcaraz no ha llegado a donde está sin ganárselo cada día. Vivió etapas durísimas en el Granada cuando no llegaba a fin de mes. Trabajó en el Adra y en el Dos Hermanas de Sevilla con contratos muy ajustado y tiene claro lo que vale un buen trozo de pan.

Si el Almería pierde la LFP en lo deportivo sería un bajón tremendo pero en lo social paro y bajar a la mitad el presupuesto del club: como mínimo.

Los jugadores nunca serán hombres de empresa porque ellos hoy están en Almería y mañana en Pamplona, pero los empleados del club juegan cada jornada como los futbolistas: cada triunfo es un buen trozo de pan y la derrota un paso atrás.

Lucas Alcaraz siempre me sorprende con algo nuevo.

Le conocí cuando era un niño entrenando a una guardería y no ha cambiado.

Sigue siendo aquel.