Los colegiados de Almería son llamados a una fiesta

A los más veteranos les toca tirar del carro. Árbitros que entre los 58 y los 67 años siguen arbitrando partidos y manteniendo viva la llama del arbitraje almeriense. Ellos han organizado una fiesta a la que están llamadas las nuevas generaciones y los dirigentes del balonmano provincial. Se trata de una cena en el Hotel Catedral para distinguir a los mejores en cada categoría y premiar la labor de aquellos que abrieron el camino de la gloria.

Todo el equipo organizativo ha estado liderado por Francisco Pizán Enrique, un colegiado que se mantiene al pie del cañón con 61 años en el cuerpo y toda una vida por los pabellones de Andalucía. Su conexión con del delegado territorial, Rafael Romera, ‘Fafi’, hará de la cena un acto muy emotivo ya que se vivirán momentos de recuerdos imborrables con unas distinciones sorpresa para muchos, pero ha trascendido el acto de homenaje que le van a realizar a Antonio Hermoso Antequera, un árbitro que nos dejó para siempre dejando huella en el colectivo almeriense. Su viuda y sus hijos se llevarán el gran aplauso de la noche.

Camino de 100

Francisco Pizán cumple su segundo año organizativo y ha mantenido todo aquello que salió bien en la primera edición. Ha vuelto al cartel tradicional para publicitar el acto y ha puesto su número de teléfono 661 80 62 82 para  todos. Serán unos 100

Muy unido a las nuevas generaciones y al colegiado estrella, Sebas Fernández, ha montando toda la operativa para que la noche sea un éxito y se puedan vivir momentos de ilusión y recuerdo entre los colegiados de nuestro balonmano, que desde la década de los 80 han formado una gran familia y se han mantenido unidos y en activo, demostrando que forman parte de un colectivo muy importante a la hora de consolidar este deporte en Almería.

Todo lo que se va a vivir forma parte de una idea de los árbitros más veteranos que son los padres de unas nuevas generaciones que apuntan alto en el contexto nacional.

La llamada es a las 20:30 con una recepción y luego la cena con unos postres donde todo puede pasar. Siempre atendiendo el guión establecido pero dejando margen para que cada uno lo viva a su manera. No habrá medidas disciplinarias con aquellos que se excedan y las exclusiones no serán superiores a los dos minutos. Habrá 7 metros.