“Sigo siendo la misma, no voy a cambiar ya”. Sencilla, cercana y siempre con una sonrisa. Carmen Dolores Martín Berenguer es la mejor jugadora del balonmano almeriense y una de las destacadas a nivel continental. Actualmente milita en el Niza, de la máxima categoría en Francia, y ha dejado atrás una lesión de hombro que le lastró en los últimos meses. El palmarés de la Roquetera, que acaba de cumplir 30 años, es simplemente espectacular. A nivel de clubes ha ganado dos Ligas Españolas, dos Copas de la Reina, dos Supercopas, una Liga y Copa en Eslovenia, tres Ligas y una Copa en Rumanía y una Champions League. Con la Selección logró la plata en los Europeos de 2008 y 2014, bronce en el Mundial 2011 y mismo metal en los Juegos Olímpicos de 2012.
Formación
Designada mejor extremo derecho del Europeo en dos ocasiones, en el Mundial y en una Champions League, Carmen Martín no olvida sus orígenes. LA VOZ y Cadena SER han repasado su carrera y ahora que inicia la segunda campaña en el Niza, llega la hora de dejar atrás a su familia durante unos meses para centrarse en la Liga: “La casa siempre se echa de menos, pero he vuelto con las pilas cargadas tras pasar unos días en Roquetas”.
Vida en Francia
Ha conocido mucho mundo la almeriense y nada le viene grande. Cree que la vida en Francia, sobre todo en la Costa Azul, se asemeja mucho a la de España, aunque no cambia ninguna ciudad por su amada Roquetas: “Definitivamente, Francia se parece mucho a España, mucho más que otros países en los que he estado. La Riviera francesa es como Roquetas, con mucho turismo, sol... Es lo más parecido a mi tierra, pero le falta ese toque andaluz (risas)”.
Recuperada
Una lesión en el hombro le apartó de su mejor nivel deportivo en la recta final del pasado campeonato en Francia, pero la recuperación ha cumplido los plazos y ha podido regresar a Niza sin secuelas: “Estoy mucho mejor después de la lesión. No pude terminar la campaña anterior, pero he empezado sin problemas con mis compañeras y va todo genial. Las sensaciones son buenas”.
Su carrera
Con solo 30 años no se le ha pasado por la cabeza colgar la botas y dejar el balonmano. Precisamente la mentalidad positiva y ganadora ha llevado a Carmen a lo más alto del balonmano, y entiende que hay que valorarlo todo: “Anímicamente el cuerpo va pidiendo otras cosas, no piensas 100% en el deporte como cuando eras más joven... No sé cuánto va a durar el deporte para mí”. En este sentido, no esconde que en un futuro le gustaría volver a Roquetas y disputar con la camiseta rojilla sus últimos partidos. Si bien es una situación que parece lejana, a Carmen le haría mucha ilusión: “Si se dieran las circunstancias me encantaría volver a mi casa, a Roquetas, y jugar mi último partido con mi gente”.
El Pabellón de Roquetas sigue llamándose Infanta Cristina, ¿a Carmen Martín le gustaría que le pusieran su nombre?: “Me escribía bastante gente por Twitter preguntándome si lo cambiarían, pero no sé nada más al respecto. Yo estaría encantada si se produjera la situación”. Roquetas de Mar se siente orgullosa de una deportista histórica e irrepetible por sus logros y su forma de ser.
Más allá del deporte
Llegará el día en el que Carmen Martín tenga que dejar el balonmano y para ello la almeriense sigue labrando su futuro a base de libros y horas de estudio. La vida va más allá de marcar los goles:“Estoy estudiando la carrera de Turismo y Empresas; la tengo bastante avanzada. El inglés lo domino bastante bien, con mis Grados correspondientes, y también quiero mejorar mi nivel de francés”.
Ha creado grandes amistades en su impecable trayectoria dentro y fuera de España. Es por ello que en el largo plazo sueña con tener un buen puesto de trabajo, es decir, iniciar un nuevo proyecto con el que sentirse orgullosa: “Espero que, con la experiencia que tengo a nivel de trabajar con mucha gente, manejar un grupo y demás, pues pueda encontrar un trabajo el día de mañana”. Cabe destacar que Carmen ha sido una de las fijas en la Selección Española, brillando sobre todo en la etapa de Jorge Dueñas. Le resulta imposible no emocionarse cuando habla de las ‘Guerreras’: “Ha sido mi familia. Fueron muchos partidos con personas que aprecio, así como las compañeras con las que disputamos Mundiales y Campeonatos Europeos”.
Su pasión
Carmen tiene sus metas bien definidas. Se le da bien ser monitora, aunque no se le ha pasado por la cabeza pasar de la cancha al banquillo: “Me gusta dirigir, aconsejar, echar una mano a los deportistas, no tengo una mala percepción de la táctica del balonmano... Pero necesitaría recibir una formación. Ahora mismo no lo veo como un trabajo en el futuro”.
Almería y Roquetas tienen la suerte de contar con una deportista de élite, que no olvida su pasado y que se siente orgullosa de su tierra. Una abanderada espectacular.
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