Tiene la cabeza muy bien ‘colocada’ y responde con seguridad a las preguntas, como si estuviera colocando el balón del último punto del partido. Almeriense de pura raza que lleva el escudo de Unicaja en su corazón.
Habla de todo. No va a misa, no lee la Biblia y es tipo muy familiar; adora a su familia y a sus amigos de verdad. Volvió a casa para conquistar títulos con el Unicaja, el equipo de su tierra, una ciudad que no cambiaría por nada en el mundo.
Es de La Molineta, aunque sus amigos dicen que es zapillero. Se declara muy familiar y guarda en su corazón como un tesoro los valores que aprendió desde niño. No ha pensado en el día I sin voleibol porque le da mucho miedo. Hablamos del gran Víctor Viciana.
Si Víctor Viciana tuviera que presentar a Víctor Viciana...
(risas). ¡No sé qué decir Rafa! El almeriense que volvió a casa, por ejemplo. A nivel personal soy muy familia, tal vez demasiado que fue lo que me costó cuando tuve que hace las maletas para irme fuera de Almería para seguir jugando al voleibol y soy amigo, muy amigo, de mis amigos. Eso creo que es lo mejor que me define.
Eres de La Molineta, aunque tus amigos dicen que eres zapillero.
Mis mejores amigos, todos diría, son zapilleros y la verdad es que estuve durante muchos años allí, en El Zapillo, con ellos, y la gente se confunde un poco ¿no? pero soy de La Molineta.
El día que volviste a la pista, después de la lesión, se acordó de un amigo, de un buen amigo...
Así es cierto. Era como un hermano; falleció tres años, de repente murió, y la verdad es que fue un palo durísimo y desde entonces creo que es la persona en la que pienso para superarme en el día a día. Todo lo que hago es por él porque en su momento le prometí que iba a seguir luchando por esto, pese a todo lo que sufrí por el tema de las lesiones, temas personales... me acuerdo mucho de él y todo lo que hago siempre está en mis pensamientos.
¿De quién se acordó, además, el día que volvió a la pista para jugar?
Mucho de mi familia porque siempre ha estado ahí, apoyándome, cuando estuve fuera de Almería. Cuando estuve en Palma pasó mucho tiempo solo. Me acordé también de mi novia porque siempre estaba ahí, conmigo cuando estuve en Palma, me ha ayudado muchísimo. Estuve casi dos meses y medio sin poder andar. Mi familia siempre está ahí, aunque esté lejos de mi gente.
¡Navidades en Almería, por fin!
Llevaba mucho tiempo que no pasaba unas fiestas navideñas en casa y tanto para mí como para mi familia son muy especiales. Me encanta la Navidad, me gusta mucho estar con la familia.
¿Hacia dónde va este Unicaja de Berenguel?
Hacia donde siempre quiere ir, a ganar títulos, pero entiendo que esta temporada ha dado un pasito hacia adelante, bajo mi punto de vista, con el tema de los fichajes que se hicieron. El club ha pensado mucho en los almerienses. Espero y deseo, y creo que está siendo así, que la afición se identifique aún con el Unicaja Almería esta temporada. Es bonito que los almerienses vuelvan a sentir los colores verdes del club. Creo que el Unicaja está logrando que la afición se enganche con el equipo para conseguir títulos esta temporada.
¿Cómo es el vestuario del Unicaja Almería?
Si entras al vestuario encontrarás una mezcla de veteranía y juventud que se lleva de escándalo; hay un ambiente en el equipo que me encanta. La gente joven es muy respetuosa con los mayores y tenemos una generación joven en el vestuario que respetan mucho los valores de la vida. Si uno entra al vestuario lo único que puedes hacer es reírte porque hay gente sana, muy buena gente en todos los aspectos, y pasarlo bien, muy bien.
¿Manolo Berenguel?
Como un entrenador aún jugador. Los jugadores que se hacen entrenadores, muchas veces, olvidan muy rápido que fueron jugadores, pero Manolo pienso que todavía se siente jugador. Aprieta mucho y es muy difícil que vea la perfección en algo porque siempre analiza la parte que se puede mejorar. No deja que se relaje nadie y por eso estamos mejorando en muchas cosas. Es muy pesao... (risas). No soy objetivo porque es amigo, muy amigo.
¿Y Sedeño?
Está bastante menos pesao (risas) de lo que era. La relación con el presidente es espectacular. Apretaba mucho más hace unas temporadas, presionaba más... pero ahora es todo lo contrario; nos ayuda en todo lo que puede, es parte del equipo. La distancia antes con el presidente era mucha más grande; viene casi todos los entrenamientos, nos ve, habla con todos, y cualquier cosa que necesita alguien o bien el equipo, ahí está siempre. Esos detalles se echaron en falta es su momento, pero todo eso ha cambiado. Veo que el club es más familiar que antes y eso hace que el ambiente sea mejor.
¿Qué significa Cosme Prenafeta para Viciana?
Me descubrió para que yo fuera colocador; tuve la suerte de cruzármelo en mi vida muy joven. Me enseñó a ser un colocador, un líder en la pista. A Cosme siempre lo he visto como un colocador muy inteligente en la pista con un juego también muy inteligente. Hacía que los jugadores lo respetasen y al mismo tiempo pasárselo bien con él en la pista. No se ganaba el respeto por su carácter agresivo y sí jugando muy bien, divirtiéndose en la pista. Hacía que los jugadores lo respetasen y al mismo tiempo lo quisieran.
La familia es...
Lo más importante que tengo en la vida. Soy muy familia, como comenté antes, y tal vez demasiado familiar; tengo una gran familia en la que la abuela nos une a todos.
¿Y Almería?
He vivido fuera y en ciudades espectaculares, pero no cambio Almería por nada. Es la ciudad en la que siempre viviré, siempre.
¿Cómo será el día I sin voleibol?
No lo sé, me asusta mucho. No me faltarán oportunidades porque creo que soy válida para todo; no me imagino la vida sin el deporte. No seré entrenador.
¿Juega al fútbol?
Soy malísimo, mis amigos que son casi todos profesionales, se ríen.
¿Qué le enseñaron sus padres?
Ser muy humilde en la vida y trabajador. Mi padre es como Berenguel, se puede mejorar todo.
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