“Está Copa para mí tiene un sabor muy especial”. Cuando la última pelota de Fran Ruiz salió despedida del bloqueo de Teruel hacia el exterior de la pista, un sueño se había visto cumplido. Ronald Fayola se inclinó y se llevó las manos a la cara en un claro signo de emoción: “Bueno, la verdad, lo primero que dije fue ‘gracias, mi Dios’, y directamente me acordé de mi familia y de mi novia; me dio mucha alegría porque por ellos luché para este título”. Su trabajo estaba hecho, alzándose como el máximo anotador de la final: “Me sentí una pieza clave para el equipo, sabía que mis compañeros me necesitaban y bueno, ahí estuve aportando mi granito de arena para poder obtener este maravilloso título”.
Había disfrutado del camino recorrido durante los cinco sets, en ese tipo de partido que gusta a todo jugar de alto nivel que siente la competición correr por sus venas: “Sí había mucha tensión, muchos piques, pero de eso se trata este deporte en ese momento en el que se decide quién puede ser el mejor”. Aceptó la situación con la mejor actitud y puso la directa: “La verdad es que no me sentí amedrentado nunca y solo quería ganar, lo que finalmente logramos”. De hecho, estaba convencido de lo que iba a suceder con bastante antelación: “Fue con esa sensación desde que salimos del hotel, donde estuve hablando con José María Castellano, siendo mis palabras ‘oye, Chema, hoy ganamos 3-1 o al quinto set, pero ganamos, hermano”.
En su actuación individual dejó momentos de altísimo nivel, con la fuerza mental suficiente como para reponerse de los no tan buenos. En números, fue el máximo anotador de la final con 22 tantos, pero también de todo el torneo, con 47. En el choque que decidió el título atacó 39 bolas con un acierto del 49%, con dos puntos de bloqueo y un ace, arrojando una +12 en el balance de ganados/perdidos y con una particular victoria en el duelo entre opuestos. Pero pese a ello, se queda con el equipo, con el bloque de jugadores al completo, definido de un modo rotundo: “Guerreros, eso me pareció mi equipo, tanto el banquillo como los titulares, todos somos unos guerreros que queríamos la victoria”.
Su intención al cruzar el Atlántico era precisamente esta: “Lo dije al principio, cuando llegué a España, que yo quería experimentar y aprender cosas nuevas y bueno, creo que fue lo mejor haber elegido Unicaja Almería”. No solo por el club, sino también por la ciudad, Fayola se siente feliz y en el inicio de algo muy bonito: “La verdad es que sí estoy muy tranquilo, bueno, sería mejor si estuviera con mi madre o con mi novia -risas-, pero estoy bien; me gusta estar aquí, en esta ciudad tan hermosa”. A ellas va dirigida la dedicatoria: “Primero a Dios, porque siempre está conmigo en todo momento, siempre está a mi lado, y bueno a las personas especiales, a mi madre, a mi padre, que está en el cielo viéndome cómo disfruto de mis logros, y a mi novia, que no para de animarme, de ayudarme a seguir”.
Pero la temporada continúa, y después llegarán más, siendo la consecución de la Copa del Rey, “uno de los títulos más importantes de los muchos que le ganado”, solo un principio, porque la confianza ahora tiene un gran sustento sobre el que el mañana se puede ver cargado de éxitos: “La verdad es que sí, porque ya por fin sí sabemos de qué está hecho el equipo”. Sin más, la demostración realizada de caer y levantarse, de afrontar el ‘Torneo del KO’ y salir campeones en un auténtico partidazo, al venezolano le da la garantía de que Unicaja “puede plantarle cara a cualquier equipo para obtener más títulos”. Su camino ahora es la Superliga, y en ella toca centrarse tras celebraciones y entre actos protocolarios.
De hecho, toca visitar Palma para medir fuerzas con otro de los grandes de la liga, un Urbia que ha demostrado también en esta Copa de Rey que puede optar a todo visto lo visto en la semifinal contra Teruel. De hecho, el opuesto ahorrador no tiene dudas en definirlo como “un equipo muy bueno”. En Son Moix, una pista que aún no conoce, se espera la máxima dificultad, eso seguro: “No va a ser nada fácil, un partido un tanto cerrado y de muy buen nivel”. Eso sí, a los verdes no hay quien les quite la ilusión del doblete y no piensan quedarse solo en el título copero: “Ya nos estamos enfocando hacia ese partido, que será duro, pero saldremos con las mismas ganas que salimos contra Teruel, sin regalar nada, a darlo todo”.
Por último, y respecto a su futuro cercano en las filas de Unicaja Almería, que se hable de poder regresar a Europa es algo que le satisface sobremanera, puesto que vería completada una aspiración profesional, unida al bienestar personal que ha encontrado en el club: “Sí que he escuchado algunas cosas de la competición europea, y la verdad me encantaría; tengo muchas ganas y espero seguir en este club para poder participar de ese sueño”. Tipo humilde y de trato muy afable, sin embargo el rugido de Ronald Fayola, todavía y por mucho tiempo, retumbará entre las paredes del pabellón Javier Imbroda, en toda una demostración de carácter.
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