En las gradas solo faltó Indalete

Indalete estaba allí pero forma parte del museo de los Juegos del Mediterráneo. Muchos que volvían al Palacio se lo encontraron al fondo del pasillo como parte integral de la gran fiesta del deporte almeriense vivida en el año 2005. Esta vez no tuvo que saltar a la pista porque ya estaban en ella las mascotas de los Hispanos, del Tomate de la CASI y de LA VOZ DE ALMERÍA. Cada una hizo su papel ganando cuota de pantalla en el canal Teledeporte.

Nadie se lo quiso perder y ganó Almería su particular batalla por demostrarse a si misma que tiene una enorme capacidad de organización y estos eventos no le viene grandes. Había que estar allí para comprender todo lo que le ha dado a nuestra provincia la organización de los Juegos del Mediterráneo de 2005.

Aquella llama no se ha apagado y los más jóvenes hoy disfrutan de un deporte que cambió para siempre aquel año del que todos nos sentimos muy orgullosos.

Se hizo la ola en el Palacio Mediterráneo impregnados de felicidad unos aficionados que cumplieron su papel.