Lo de diciembre… pero peor, como se suele decir, se traslada al periodo que hay a caballo entre enero y febrero. Pasadas tres jornadas de la segunda vuelta de la fase regular de la Superliga, entre las tres siguientes caben dos partidos de los octavos de final de la CEV Challenge y la defensa del título de la Copa del Rey. A Manolo Berenguel, cuando se para a pensarlo entre la vorágine del día a día, se le pinta una sonrisa: “Son tres semanas a muerte y a mí me resultan muy atractivas, esta y todas las situaciones similares que podamos vivir, y pienso que a los jugadores más de lo mismo, porque de lo que se trata al final es de competir”. Entre lo habitual, de modo lamentable, las bajas, “seguimos con las adversidades”, asume, si bien “poco a poco se van subsanando”, advierte, “y lo que se nos viene encima se afronta con muchísimas ganas”, celebra.
A la CEV Challenge Cup se llegará después de un fin de semana contra Ibiza en el que “se hizo un partido muy bueno” y espera que después de haber repetido frente a Almoradí, “en donde está la cabeza depositada ahora mismo”. Un poco más lejos aparecen Soria y la Copa del Rey, casi torneo fetiche y opción más próxima de que se levante otro título para la historia del club. Pero insiste en que hay “una salida de máxima complicación” a tierras alicantinas, ya que “allí todos los equipos han sufrido y es más difícil al viajar el mismo día”. Sobre ese matiz importante el míster aclara que “hay que tratar el partido como se merece, independientemente de que la ida y la vuelta sea el mismo día, así que no desmerece al rival, del que no se me olvida que es muy peligroso, pero la distancia permite viajar así, no es largo, no acumula cansancio, y es la mejor manera de afrontarlo sobre todo por lo que hay después”.
El preparador ahorrador recuerda que “está todo muy medido, todo lo que se mida es para el bienestar del jugador y llegar en las mejores condiciones para competir, y que a nadie le quepa la menor duda de que vamos con todo a Almoradí, pero sí que al menos hemos tenido la suerte de que sea antes el desplazamiento más corto en Superliga, porque el siguiente es muy complicado, muy largo, 24 horas viajando hasta Estonia”. Otro de matiz es el entreno mezclando los dos balones, el de la SVM y el de CEV, porque “no hay tiempo material para aclimatarse al amarillo y azul, ya que se acaba en Almoradí y se viaja a Kuressaare, en Saaremaa el mismo lunes, si bien el lunes sí que se aprovechará para entrenar también”. Es por ello que esta semana Unicaja Costa de Almería ha metido sesiones con el balón CEV: “No son excusas ni nada parecido, son entrenamientos de adaptación a lo que nos vamos a encontrar y lo estamos trabajando”.
Del sábado, lo mejor que deja el deporte, la amistad: “Pedro Miralles y yo somos viejos conocidos, es una persona a la que yo quiero muchísimo y sé que él a mí también, y es un honor hacer una visita a la casa de Pedro, que es la de un equipo recién ascendido, que está haciendo una buena temporada y que puede estar mejor en esta segunda vuelta, un equipo que está poco a poco más conjuntado”. Esa línea es la que sigue para definir al rival: “Almoradí es un equipo que en su casa juega muy bien, de hecho el último en casa es 2-3 con Ibiza; al final allí hay un equipo que no tiene una estrella que destaque sobre las demás, pero sí jugadores importantes, como un colocador habilidoso, los puntas son buenos, tiene un central que viene de un equipo que es actual campeón… sumas cositas y es compensando y peligroso”.
En cuanto al recinto, el Mayte Andreu, “seguramente la conozca y en cuanto la vea caeré en que alguna vez he jugado allí o haya estado”, sin que sea decisivo porque “al final pienso en las dos cosas, el rival y el campo, pero no porque sea Almoradí, sino siempre”. Como dato curioso, Unicaja Costa de Almería estrenará en la pista su condición recién adquirida, precisamente horas después de ganar a Ibiza y por la derrota alicantina en Soria, de primer equipo clasificado para el playoff. Berenguel lo considera una anécdota, como la situación actual en la tabla de su adversario, porque está en descenso, pero a tres puntos de la lucha por el título. En el equilibrio está el éxito, centrarse en los de Miralles, pero tener presente a Saaremaa: “Eso es más bien para el cuerpo técnico y no para los jugadores, que deben relajarse y ver lo más inmediato; nosotros, sobre todo Guille, somos los que nos damos el ‘tute’ en estos días, pero tranquilidad, porque tenemos tiempo, se compite el miércoles y hay un viaje de 24 horas seguidas para poder visualizar el partido en Estonia”.
En la evolución de la enfermería podría estar una clave para la Copa del Rey, y si en ella no pasa nada, para la vuelta europea en el Moisés Ruiz el jueves día 13 de febrero: “Si llegamos más completos, mucho mejor, porque es lo idóneo, dosificar los esfuerzos; no se puede olvidar que también mermados estábamos el fin de semana pasado, y que si el equipo compite como lo hizo…”. Si es verdad que puede aplicar su dicho de siempre: “La clave del trabajo en el día a día, el alma del vóley, es el competitivo seis contra seis, y es una de las cosas que creo que el equipo el fin de semana mostró, porque tenía ganas de hacer lo que durante la semana no pudo, competir; hemos llegado a estar siete u ocho, por desgracia, sin poder hacerlo
con nivel entre nosotros por las ausencias”. Está claro que “conforme se van poco a poco recuperando jugadores y se acercan estas fechas tan señaladas, mejor que mejor”, siendo rotundo: “Cuantos más estamos genial, y vamos a por la Copa”.
Por último, en referencia precisamente al ‘torneo del KO’, Manolo Berenguel le tiene, y no lo oculta, un cariño especial por ser su primer título como primer entrenador en categoría masculina -hizo triplete en femenina con Logroño-, pero bromea con su muy justificada ambición: “Quiero seguir teniéndole cariño a más cosas, y todo pasa por ahí, por eso todavía tengo en mente la Supercopa, y sigo estando jodido y no la olvido, pero por la manera en la que perdió, y no quiero que vuelva a suceder”. En la Copa, “ahora mismo somos los actuales campeones hasta que no se demuestre lo contrario, y vamos a salir a por todas, no me cabe la menor duda tampoco de que así será por parte de todos mis jugadores”. Medio en serio y medio en broma, “no me des a elegir entre la liga y la Copa, porque quiero cuantos más títulos, mejor, y que sean sobre todo por los jugadores, por el club, por la sociedad almeriense, por las instituciones, empresas y personas que nos apoya, y lo último, por mí”.
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