La ficha del Sargento, nuevo tesoro del Europa

En el primer cajón de su despacho tiene Miguel Ruiz Crespo tres fichas (ahora dos) de míticos del Europa como: José el Sargento, Garriga y Ramón Alcázar.

Ya no están con nosotros pero forman parte de la vida de un club que fue modelo en el balonmano provincial y alcanzó el reconocimiento nacional por su trabajo con la cantera en sus años de gloria militando en el Primera División. Una entidad tan familiar como el Europa nunca se olvida de aquellos que le dieron gloria, y ahora no están.

Ruiz Crespo

Es viernes a las once de la mañana y suena el teléfono de Miguel Ruiz Crespo. Empresario del frío con sede en el Barrio de Los Ángeles. Le llama otro mítico del Europa, Antonio Hernández Granados, que como él y tantos niños de Almería, se hicieron jugadores en un club familiar.

“Llámame en un minuto y te atiendo”, decía Miguel con tres fichas en sus manos que le emocionaba mostrar a LA VOZ DE ALMERÍA. Una del Sargento, otra de Garriga y la del entrenador Ramón Alcázar. Me ofreció las tres pero no quise tener tantos tesoros y la mía era la del Sargento, que me había ofrecido una semana antes en la misma puerta de su empresa. Miguel era muy bueno jugando al balonmano y pudo compartir sueños y éxitos con aquellos que se fueron para siempre.

Segura

Muchos ya ni se acuerdan pero los recordamos todos. Siempre. El Europa Óptica Almería antes tuvo como apellido Viajes Cemo, como reza en la ficha adjunta de la temporada 1978-79 cuando el equipo militaba en Segunda División peleando el ascenso a Primera, que llegaría justo el año que un accidente de tráfico nos arrebató para siempre al jugador de la barriada de Araceli. Inolvidable el Sargento y un tesoro su ficha federativa.

Garriga y Alcázar

Solo unos años después del terrible golpe de la muerte de Jose, llegó la de Garriga, otro niño del Europa que fallecía haciendo pesca submarina. Otro golpe y otra ficha para Miguel Ruiz Crespo. Para él no se han ido y siguen vivos en su corazón.

La tercera ficha que guarda en el cajón de su mesa es la de Ramón Alcázar, que fue junto a Miguel Moreno y Rafael Mezquita, otro padre para aquellos inolvidables niños del Europa.