El CBM Cantera Sur Bahía de Almería bate a BM Indalo

Cuando en 1986 la banda sueca Europe lanzó al mundo su archiconocido tema ‘The final countdown’ (‘El final de la cuenta atrás’), la mayoría de los componentes del Club Balonmano Cantera Sur Bahía de Almería no habían nacido, pero seguro que todos alguna vez han cantado a grito pelado el estribillo, tal y como hicieron este pasado domingo frente a BM Indalo.

El partido

Porque restaban solo unos segundos para acabar el encuentro que marchaba empatado, cuando un latigazo ‘rockero’ desde nueve metros de Antonio Rivera supuso el triunfo por 29-30 para los azulinos, aún invictos y conservando así el liderato, rozando la clasificación matemática para la segunda fase de la competición a falta de dos compromisos.

Un tanto inicial que duró hasta el minuto 4 fue la única ocasión en la que los indalianos se vieron por delante, colocándose al mando el cuadro que dirige Carlos Peral con el 1-2 a los cinco minutos y, a partir de ahí, manejó ventajas de entre uno y tres goles en la mayor parte de la primera mitad, si bien los locales nivelaban la contienda en ciertos tramos.

Otro final de infarto

De esta forma, el marcador reflejó resultados de 2-4 en el minuto 7, 3-5 en el 9, 5-5 en el 12, 6-6 en el 15 y 7-7 en el 18, empezando a despegarse el plantel ejidense-capitalino con el 7-10 del minuto 20 que derivó en el 9-12 del 23, el 10-13 del 25 y el 11-14 del 27, alcanzándose una máxima diferencia de cuatro tantos mediante el 11-15 a la llegada del interludio.

Ya en el segundo acto, el 14-18 a los seis minutos y el 15-19 a los siete retrasaron el intento de remontada de Indalo, que poco a poco fue ganando terreno aunque los canterano-sureños siguieron dos y tres arriba, 17-10 en el minuto 40, 20-23 en el 44, 22-25 en el 50, 24-27 en el 52 y 26-29 a cinco minutos del desenlace, el cual, iba a ser de infarto.

Realizando una acción merecedora de descalificación, al Cantera Sur Bahía de Almería no le quedó más remedio que estar en inferioridad numérica en la recta final del duelo, pudiendo su adversario igualar 29-29 dentro del último minuto y correspondiendo el ataque decisivo a los visitantes, a quienes parecía que se les consumía el tiempo, rompiendo el muro defensivo en un golpe franco ejecutado con rapidez que selló el triunfo sobre la misma bocina.