“Fallas tres bolas seguidas, no pasa nada, a la cuarta sale”

Si Leo García Hernández tuviera que pedirle un deseo a los Reyes Magos no dudo que sería quedar número uno de España en pádel infantil. Tiene 12 años y es uno de los dos federados en categoría infantil almerienses en el deporte de pala, entrena 5 horas a la semana, pero se quedan cortas para ser profesional. Aunque no es por falta de voluntad, sino de medios que el chico no golpeé más bolas, en concreto de unas pistas municipales gratuitas y en óptimas condiciones. Hoy los jóvenes deportistas son los protagonistas, porque como demostraron los islandeses el ejercicio es la clave para una juventud sana y fuerte, física y mentalmente.

El 73,9% de los jóvenes españoles entre 14 y 18 años han consumido alcohol, 38,2% han fumado tabaco, 22% cannabis, 19% ha tomado tranquilizantes o somníferos con o sin receta y un 3,1% éxtasis, dice el último informe del Ministerio de Sanidad de 2021. Estos datos afirman que tenemos una población joven altamente consumidora de sustancias y lo comparo con el caso islandés porque el país hizo frente a una situación similar.

A finales de los años 90 más de la mitad de los jóvenes islandeses tenían problemas de adicción al alcohol. Entonces el gobierno nórdico invirtió en actividad física para los jóvenes, el programa se llamó Youth Iceland. En la actualidad solo el 5% de los jóvenes entre 14 y 16 años asegura haber bebido alcohol frente a un 47% de los europeos en la misma franja de edad.

Youth Iceland demuestra como el deporte se convierte en una herramienta psicológica para las personas. Cuando practicamos ejercicios se activan la dopamina, endorfinas, serotonina, etc. En nuestro cerebro, estas son hormonas relacionadas con la felicidad, que además reducen el estrés, la ansiedad y el dolor, como tantas veces dice la psiquiatra Marian Rojas Estapé.

Leo contaba con sus ojitos burbujeantes como la coca cola los entrenamientos, sus metas para el 2024 y que la afición al pádel le viene de ver jugar a sus padres. La afición por este deporte de pala es pequeña en Almería, apenas 15 jóvenes están federados, así que el niño juega torneos contra adultos. “Cuando gané en un torneo que organizaron en un gimnasio de Roquetas de dieron una botella de vino”, dice el niño que mira a su padre de reojo y se ríe. Su padre le pasa la mano por la cabeza en un gesto cariñoso y, le devuelve la mirada de complicidad. Mónica y José Luis, padres del niño reconocen que son nuevos en todo esto de la competición. Pero, el pequeño se lo ha tomado tan en serio que no les queda otra que apoyarlo.

Leo, ¿Cuándo dijiste esto va en serio?

El año pasado más o menos por estas fechas que jugué un torneazo con un compañero de Málaga.

¿Es complicado competir?

Si fallas sigue, no pasa nada. Fallas tres bolas seguidas, no pasa nada a la cuarta sale. En algunas puntos que son definitivos me entra la presión, pero lo demás es como si fuera un partido normal.

Apenas son 15 jóvenes federados en la provincia y solo dos en la categoría infantil. Este es un deporte que se juega en parejas tu compañero es de Sevilla ¿cómo hacéis para jugar?

El pasado puente de diciembre vino mi compañero y estuvimos jugando para prepararnos para los torneos. Yo había ido unos meses antes a Sevilla a visitar a mi compañero para entrenar. Así nos preparamos para la primera prueba que es en Jerez a principios de enero.

¿Cuál es la meta este año?

Llegar de los 10 primeros para la clasificación del Master de Andalucía donde juegan las mejores parejas porque allí están los ojeadores y quisiera que se fijaran en mí.

¿Qué hay que pedir a los Reyes que no esté en tu mano?

Que los ojeadores vayan a los partidos y que yo haga buenos partidos.

Mónica ¿qué podemos pedir a los Reyes?

Unas pistas municipales que sean gratuitas, estén acondicionadas, que nos den facilidades. Hay tres pistas en El Parador que son las que más cerca tenemos, pero están en desuso, dos de ellas ni tienen red y la pista tampoco está cepillada.

Hablé con una técnica del ayuntamiento de Roquetas y me dijo que no tenían pistas gratuitas para los niños que juegan, las instalaciones hay que pagarlas, aunque estén mal. No hay ayudas que fomenten el deporte. En este deporte no hay demanda de niños entonces no hay un grupo que haga presión para conseguir instalaciones. La cuestión sería que el ayuntamiento nos cediera unas horas las pistas o tener una pista en casa (dice irónicamente).

A sus Reales Majestades de Oriente les pedimos que lleven nuestra contraportada hasta la mano que tenga el poder para ceder unas pistas a Leo. El niño promete seguir siendo buen estudiante constante, trabajador y seguirá hablando con pasión de lo que más le gusta en este mundo, el pádel.