Francisco encuentra la piedra filosofal que equilibra al Almería

El pasado fin de semana se celebró la jornada décimo tercera de la Liga BBVA con la que se cubre el primer tercio del campeonato. En estas pocas fechas el Almería ha tenido tiempo de ofrecer tres caras completamente diferentes.
En su debut como técnico del primer equipo Francisco hizo una apuesta valiente y arriesgada. El Almería practicaba un fútbol de calidad, abierto, ofensivo y atractivo. Movía la pelota mejor que sus adversarios y, en lineas generales, se mostraba netamente superior a ellos.
Así en las cinco primeras jornadas fue superior a Villarreal, Getafe, Elche y Levante, y puso en serias dificultades al At. de Madrid. Pero esa superioridad no se traducía en puntos porque el esquema dejaba con ‘las vergüenzas al aire’ al sistema de contención rojiblanco. La plantilla veía que su juego convencía pero que sólo sumaban tres puntos cuando habían hecho méritos para conseguir bastantes más. Y llegaron las dudas que afectaron negativamente al rendimiento de los almerienses en las cinco jornadas posteriores saldadas con otras tantas derrotas. Algunos volvieron la cara hacia el presidente acusándolo de haber hecho un mal equipo, a pesar de haber demostrado su valía al comienzo, pero Francisco siguió confiando seriamente en sus ‘muchachos’, alguno mayor incluso que él, e hizo lo que pocos entrenadores son capaces de hacer.
Estudiar la situación, mirar hacia dentro en lugar de hacia fuera y buscar soluciones. Y del estudio y del trabajo de Francisco salió la piedra filosofal que ha conseguido el ‘milagro’ de dotar al equipo del equilibrio defensivo del que carecía. De esta manera sorprende a propios y extraños presentándose en Valencia con una defensa de cinco, tres de ellos  centrales. El éxito fue total.
A partir de Mestalla el fútbol del Almería es menos espectacular, pero completamente efectivo. El equipo se ha puesto el mono de trabajo que le corresponde por ser un conjunto humilde y se ha desprendido del traje de equipo millonario que no le sentaba nada bien.
Tengo la certeza de que el joven técnico almeriense lo tiene todo atado y bien atado en el equipo. En Pamplona resolvió brillantemente las ausencias de Verza y Suso en la estrategia con los laterales. Así llegó el gol de Rodri.