El Eibar jugará en Primera División, un hito que jamás alcanzó en sus 74 años de historia. Su triunfo por 1-0 frente al Alavés y el empate de Las Palmas frente al Recreativo le llevó a la máxima categoría, aunque la afición no pudo celebrarlo en el campo porque su encuentro concluyó tres cuartos de hora antes de que concluyera el del estadio de Gran Canaria. Sin embargo, los jugadores esperaron sobre el césped de Ipurúa, apresados por los nervios, esperando buenas noticias desde Las Palmas, que llegaron.
"Tenemos que pellizcarnos para creer esto", dijo el presidente, Álex Aranzábal, en medio del entusiasmo general.
En sus filas se formaron jugadores míticos en la historia del fútbol español, como el atlético José Eulogio Gárate (debutó en 1963, con sólo 18 años), y futbolistas notables del Athletic como Guisasola o de la Real como Diego.
Esta campaña, dirigido por Gaizka Garitano, de solo 38 años, ha firmado una trayectoria impecable hasta alcanzar los 67 que dan matemáticamente el ascenso a Primera.
El club tiene ante sí ahora alcanzar la última cima: cubrir la ampliación de capital de 1.724.272 euros a la que el obligan LFP y CSD para seguir compitiendo en el fútbol profesional, pese a que no tiene deudas. En caso contrario, sería descendido a Segunda B.
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