Un Almería ‘bendecido’ por Jesús

“Dios nunca falla”, suele escribir el futbolista brasileño del Almería, Wellington, en su cuenta de Twitter.
Él es un jugador muy asiduo a las redes sociales, donde expresa casi siempre sus sentimientos antes y después de los partidos, sentimientos que siempre van acompañados por un texto de la Biblia.

El primero en conocer la Iglesia Asamblea de Dios Belén, en Almería, fue el veloz extremo del conjunto rojiblanco. Aquel día, que era miércoles (día de los cultos) el Pastor Adilson y la Pastora Débora, recibieron con los brazos abiertos al jugador brasileño del Almería, aquel día fue una jornada de alegría en la Iglesia Evangélica al tener a un jugador de 1ª División entre los hermanos.

Wellington estuvo con su hermano y su primo (también evangélicos). Aquel día, después del culto, el jugador escribió en su Twitter lo siguiente: “Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor”, un texto que fue leído en el primer culto al que asistió el futbolista.

Gran familia
Fue un día de bendiciones para la gran familia de la Iglesia Asamblea de Dios Belén. Wellington se fue feliz, muy feliz, y luego volvió con Michel, lateral derecho del equipo almeriense.

Evangélicos
Los dos futbolista del Almería son evangélicos y siempre salen al campo orando y pidiendo que “el Señor nos proteja a todos en el partido, que no suframos ninguna lesión”, dice el extremo del Almería.

Michel siempre deja una bonita estampa cuando sale al terreno de juego: con los brazos levantados y orando en la previa de cada partido de fútbol. Michel y Wellington son dos ‘atletas de Cristo’, como se calificó cuando visitó el programa SER Deportivos el futbolista Wellington.

La Iglesia Asamblea de Dios Belén se encuentra en la Carretera de Ronda, frente a la Bola Azul. El Pastor Adilson y la Pastora Débora están encantados de tener en la Iglesia a los dos futbolistas del Almería, un Almería bendecido por Jesús. Amén.

El Pastor Adilson y la Pastora Débora dirigen la Iglesia Asamblea de Dios Belén. Son brasileños y en Almería se encuentran como en su casa. “Tenemos una familia en la Iglesia que es una bendición”, dicen.