“El peor momento desde que salimos de Siria fue esa patada en Hungría”

Osama, el refugiado sirio zancadilleado por una reportera que será acogido en España, relata la travesía en la Cadena SER

José Ramón de la Morena con un bella historia de vida.
José Ramón de la Morena con un bella historia de vida.
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01:00 • 20 sept. 2015

Osama llega a los estudios de la SER tras visitar el Santiago Bernabéu. Ha estado en el banquillo de Santiago Bernabéu, un sueño para él, ya que entrenaba en la primera división de Siria. Aunque el verdadero sueño lo cumplirá mañana Said, su hijo de 7 años, y que llega con una camiseta del Real Madrid y el número de su ídolo, Cristiano. “El Bernabéu es fantástico, mi hijo va mañana al entrenamiento a conocer a Cristiano, nos han invitado a Valdebebas”, comenta Osama en los micrófonos de ‘El Larguero’.




Como cuenta Miguel Ángel Galán, miembro de la escuela de Getafe que va a dar trabajo a Osama, gracias a una zancadilla de una periodista ahora él y sus hijo está viviendo su sueño, pero como él explica en la SER, la decisión no es sencilla. Atrás deja una familia dividida. “Tengo cuatro hijos, además del pequeño Said –de 7 años– están Mohammed –17 y también presente en el momento de la entrevista–, otro chico de 18 años y una hija. Ellos dos están con mi mujer, su madre, que está en Turquía”, relata Osama.




“Hace año y medio era muy peligroso vivir en mi ciudad, en Siria, y decidimos que era necesario salir”, comenta. Su país estaba inmerso en una guerra civil, pero él no estaba alineado. “Yo no era progobierno, pero era pacífico. Era contrario al gobierno porque había utilizado violencia contra mi gente. (…) Tampoco estaba con los islamistas, decidí salir porque no quería problemas”, continua.




“Unas elecciones democráticas serían la solución” que ve Osama a la situación que se vive en Siria, pero él habla desde la distancia. Hace año y medio que abandonó su ciudad. “Primero fui a una ciudad en la frontera entre Siria y Turquía. Después, cuando se hizo más peligroso, decidí que era tiempo de salir. En Turquía estuve más o menos año y medio. Trabajé unos 8 meses –vivía con unos 10 dólares al día–, era muy difícil encontrar trabajo, pero trabajé como voluntario y entrené un equipo de sirios refugiados”, comenta.




Sobre la zancadilla de la periodista húngara que dio la vuelta al mundo, Osama confiesa que “el incidente fue muy traumático y negativo, pero por suerte, gracias a los españoles, ha podido llegar aquí”. Él no sabía que era una reportera. “No lo podía imaginar, no hablamos con ella y vimos el vídeo cuatro días después”, asegura tras relatar que tras la patada lo único que buscaba era un médico para su hijo. “Le dolía la pierna, tenía inflamación de garganta de vomitar… No paraba de llorar. Y no podía encontrar a nadie. Fuimos a un campo para refugiados y la situación era muy mala, como una cárcel. Cuando salimos de Hungría, todo fue más fácil y pudimos hacer todo”, explica.




Osama ha pasado un calvario en los últimos años, pero para él “el peor momento fue ese incidente en Hungría”. “No tengo problema en morir, pero cuando caí lo sentí como una falta de respeto. Mis hijos lo vieron por la televisión y no podían contactar conmigo”, asegura. Ahora solo tiene en mente una palabra: aprender. Quiero conocer el idioma y mejorar como entrenador. Pese a toda la travesía, el pequeño Said no duda al preguntarle por su futuro: “Quiero que todos vengáis a Siria conmigo en un futuro. Ahora mi casa es España, pero quiero volver a mi país”.






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