Miguel Ángel Florido se ha tomado un merecido descanso activo en el Vícar Goya. El eterno entrenador quiere empezar desde cero con una nueva hornada de jugadoras y se ha apartado del primer equipo dejando todo en manos de su segundo, Agustín Collado. El ahora preparador vicario y el regreso de las hermanas Castro, Sara y Laura, le han dado al equipo un nuevo impulso que ha quedado puesto de manifiesto en la Copa de Andalucía y en las dos jornadas de Liga con sendas victorias para las vicarias. Ni Adesal ni Universidad pudieron frenar un balonmano de escuela que ha disparado la ilusión en la cantera vicaria.
Con Agustín Collado se ha ganado todo y se ha ido permutando el pabellón de La Gangosa con el Moisés Ruiz o ahora el Palacio de Vícar. Da igual la pista con tal de ver en acción a un equipo que parece de superior categoría a la que reza en su campeonato. Muy entonadas las hermanas Castro hacen cantera dentro y fuera de la pista ya que las más jóvenes aprenden de sus movimientos y lo tienen más fácil a la hora de competir en División de Honor.
El club no se marca techo pero sabe bien que los aficionados le exigen por historia estar en lo más alto y pelear el ascenso. Florido sabe bien que una cosa es la Liga regular y otra la promoción y si esta no se juega en Almería las opciones bajan muchos enteros.
Ha comenzado la fiesta del balonmano y este sábado en el Palacio de Deportes nueva cita con el Getasur a las ocho de la tarde. No te lo pierdas.
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