Jabón turco

Ahora que comienza Semana Santa, se ha vuelto a reunir aquel Sanedrín que, sintiéndose amenazado por el problema que ocasionaba alguien como Jesús de Nazaret, actuó con inmoralidad para quitárselo de encima, aunque fuera clavándolo en la cruz. Y es que ya se han reunido los todopoderosos 28 y han acordado su trato comercial con Turquía.
El Pueblo Sirio que pide refugio, amparado por la legalidad internacional, está siendo castigado, con el acuerdo entre quienes reparten el bacalao en Europa y Turquía, a soportar una doble cruz en su particular camino al calvario, la de huir de su tierra, y la de ser mercancías comerciales.
Europa ha jugado cinco años a enemistarse y reconciliarse con quienes usan las armas para imponer la ley del más fuerte en Siria, sin poner remedio al conflicto; pero la respuesta a quienes piden refugio en nuestras fronteras da aún más pudor. Ocho meses con esta crisis, y no han sido capaces de solucionar lo más importante, el drama humanitario, ¿no sufren al saber que se estiman en más de diez mil los niños que han desaparecido?
Este disparate inhumano simboliza también una crisis moral de Europa, que supera a la crisis social, fruto de las políticas de austeridad de estos años, donde nuestro país, España, para colmo, ha acogido solo a 18 reubicados, cuando otros han acogido a cientos. 
Estos dirigentes quieren hacernos creer que tienen buenos sentimientos reconociendo su repulsa ante los actos miserables de algunos hinchas en estos días, pero la verdad es que estos imitan a aquellos en su trato con los refugiados. 
Dónde quedó la Europa de los valores y la legalidad, la de un proyecto comunitario y solidario, dónde la Europa que dejaba atrás los viejos fantasmas para construir un espacio común de oportunidades y acogida, de respeto y tolerancia, de ilusiones hoy truncadas.
Yo me niego a que Europa se convierta en el Pilatos del siglo XXI que, como entonces, se lava las manos hoy con jabón turco, aun a sabiendas de la suerte que vivirán quienes piden refugio, al comerciar con ellos injusta e inmoralmente.