“Hay un gorrioncillo que viene a visitarme a diario. Encaramado en la pérgola no para de piar desaforadamente. Sigo sin saber qué quiere. No le interesan las miguitas de pan, ni el agua para refrescarse pero ahí sigue cantando y observando. No entiendo el lenguaje de los pájaros aunque sea el más antiguo del Edén. Necesito volver al estado primitivo en el que la Humanidad y el pájaro se entendían”. Esto lo escribí hace dos años y mi enamoramiento sigue intacto porque sigue visitándome y cantándome. Para no asustarlo, lo hago en silencio, porque sé del regalo que me está haciendo cada día la Naturaleza.
Este año el gorrión común ha sido elegido pájaro del año en la SEO Bird Life por votación popular. Es un ave sedentaria que habita en todo el planeta pero está desapareciendo de manera alarmante. Dice María José Parejo, directora del programa de RNE3 el Bosque Habitado: “Si no hay gorriones en la ciudad y en el campo es que algo está ocurriendo”.
El gorrión convive con el ser humano desde haces siglos y son imprescindibles en nuestras vidas porque ayudan a controlar las plagas y dispersan semillas. Dice Ignacio Abella, escritor y naturalista de la Comunidad del Bosque Habitado: “El árbol es la casa del ave y el ave planta árboles”. Y además son un excelente indicador de la calidad ambiental. Es preocupante saber que en ciudades como Bruselas o Londres se han extinguido. ¿Qué está pasando para que estén desapareciendo de nuestras ciudades? Arantza Leal, responsable alada del Bosque Habitado, nos dice: “las causas no están claras y son varias”.
Entre ellas destacamos las nuevas construcciones y la falta de agujeros en los edificios; la excesiva limpieza de las calles; los parques y jardines mal planteados y gestionados que no tienen biodiversidad o no dejan crecer las plantas silvestres. Un uso excesivo de pesticidas desencadena que no se encuentren larvas e insectos para los polluelos. La agresividad en las podas, en época de nidificación, que dejan sin cobijo para hacer los nidos e incluso, con la puesta hecha, son arrasados porque en una plantilla de gestión de poda toque. Respecto a la falta de huecos entre los edificios donde anidar ¿qué podemos hacer? Instalarles una caja nido, no tapar las grietas de las fachadas, si éstas no afectan a la estructura, porque les sirve de lugar para hacer el nido. Se deben gestionar con mejores condiciones los parques y jardines, por ejemplo, dejando de usar el glifosato, dejar crecer las plantas silvestres, adaptar las podas a la época del pulso de la vida, etc. Parece que no están, pero están ahí vigilantes.
Fijaros que en cuanto echamos una miga al suelo aparecen y se la llevan con rapidez y destreza: La vida pertenece a los intrépidos ¿Nos hemos parado a pensar en nuestra relación con ellos? El gorrión que me visita es un hermoso macho con antifaz y deja presentes en forma de plumas; y en silencio le recito: “Surge el hombre del pájaro y quisiera haber estado en los vientos con los que alzas el vuelo.”
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