El 13 de octubre de 2007 murió Lourdes Arroyo, esposa de Mario Conde. El banquero estaba en prisión desde el año 2000 por el Caso Banesto. En 2008 consiguió la libertad condicional. Tras la salida de la cárcel, en vez de llevar una vida discreta –parecía lo propio tras arruinar a tanta gente-, prefirió dejarse notar en los medios de comunicación, donde daba lecciones de moralidad. La sobrevaloración de su ego le hizo entrar de nuevo en política –ya estuvo antes en el CDS- con la creencia de que sus sermones éticos iban a calar en la gente. Obviamente, de nuevo fracasó.
Oficialmente Mario Conde fue desposeído de todos sus bienes. Oficialmente, digo, porque la realidad era distinta: seguía siendo una de las personas más ricas de España. Era un apetecible “soltero de oro”. Además, era un hombre que cuidaba su figura. Nunca renunciaba a sus dos horas diarias de gimnasio. Fue precisamente aquí, en el gimnasio, en 2009, donde conoció a su segunda mujer, con la que se casó el 26 de junio de 2010.
¿Y quién era –es- la mujer que encandiló a Mario Conce? Es almeriense, se llama María Pérez-Ugena Coromina y es hija de quien fue alcalde de Almería entre 1973 y 1976, José Luis Pérez-Ugena y Sintas. Es doctora en Derecho y profesora de Derecho Constitucional en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Quienes la conocen hablan de una mujer muy inteligente, prestigiosa profesional y enemiga de las exposiciones mediáticas. Cambió su carácter –“se hizo más arisca”, dicen- tras su casamiento con el exbanquero. Nunca se ha dejado arrastrar por el protagonismo mediático de su marido. A lo más que llegaba era a acompañarle en la presentación de algún libro. Ella sabía muy bien quién era Mario Conde, pero nunca ha participado en sus tejemanejes fiscales. Se casaron en separación de bienes.
El día 2 de febrero Mario Conde y María Pérez-Ugena se divorciaron. Según cuenta ‘La Razón’, María, en los últimos meses, “creyendo que la Policía le había intervenido el teléfono, empezó a llamar a sus amigos contando que Mario le era infiel y diciendo los nombres y apellidos de las mujeres con las que supuestamente se había acostado. Entre ellas había una fiscal”. Tras el divorcio, María ha puesto tierra por medio y se ha venido a Almería, a vivir con su familia. Sigue en la Universidad impartiendo clases on-line. Dice el periódico el periódico que “el comportamiento de María ha sido ejemplar. Sencillamente llegó un momento en que se hartó y le mandó a la mierda. Ella jamás pretendió vivir del supuesto dinero de Banesto que, según fuentes judiciales, Conde llevaba repatriando de Suiza y Londres desde 1999”.
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