Mejor que nadie dimita

Permítanme que hoy rompa una lanza -crak- por el delegado de Cultura de la Junta de Andalucía, Alfredo Valdivia. Ya sé que hay muchos dedos que le apuntan y solicitan de sus superiores su inmediata destitución por la escandalosa situación de la Alcazaba o que él mismo, en un gesto aún más insólito, presente la renuncia al cargo por incapaz. Perdónenme, pero cualquiera de esas dos posibilidades es bastante inconveniente. Los que sostenemos desde hace tiempo (ahí están las hemerotecas) que la Junta de Andalucía es una institución que mantiene con Almería un incomprensible trato de administración colonial y periférica tenemos, en la continuidad de un perfil de gestión como el del mencionado señor Valdivia, una confirmación incontestable de nuestro argumento. Vamos con la última. Un mes después de que la Policía Local mantenga acordonado un tramo bajo la muralla norte de la fortaleza para evitar así daños derivados de los desprendimientos, -los que, según el delegado Valdivia no eran peligrosos- la Junta acaba de anunciar allí obras de emergencia “por la situación de riesgo grave para las personas”, tal como ha admitido la máxima responsable de la Junta en Almería, Gracia Fernández. Pero no se vayan todavía, que aún hay más: la Junta ya anunció en 2011 obras en esa misma ladera, lo cual ilustra bien la calidad de esos trabajos. Y para rematar, quieren arreglarlo todo al estilo memsahib: anunciando la próxima visita –loor y vítores- de la mismísima Consejera de Cultura, doña Rosa Aguilar, para esparcir bendiciones sobre la Alcazaba. Pero mientras los servicios de ornato y aclamación van preparando la alfombra roja, recordemos que la señora consejera ya estuvo en Almería en abril y aunque el estado del conjunto monumental ya era el que es, se limitó a ir al estreno de una aclamada serie, posando en el fotocol y pasando de largo de la Alcazaba. Y del Cable Inglés y del Castillo de San Pedro y de la Torre de los Alumbres… y de todo. Mejor que no dimitan. Alguien podría pensar que nos toman en serio.