La hora inmóvil

No me extraña que se hable tanto de bloqueo, parálisis, de situación sin salida, etcétera. Con la derecha en el poder parece que nada se moviera. Ayer abría uno las tertulias televisivas y podía creerse que España estaba viviendo los años setenta. Las mismas manifestaciones por la defensa de la educación pública; las mismas correrías de la policía contra los estudiantes. Para que no faltase nada apareció varias veces el rostro del exministro a quien debemos la aprobación de la actual Ley de Educación. Sí, sí, ese señor sin pelo a quien el partido le premió con un buen sueldo en París por los servicios prestados. ¿Estamos en agosto de 2016 o son los años setenta del siglo que se fue? Con la derecha en el poder nunca se sabe. Se habla de recortes, de más dinero para la educación privada que para la pública. A este paso caminamos hacia un país de camareros. Tanto decir que estamos creando empleo cuando tal subida apenas si se nota en los ingresos de la Seguridad Social. ¿ No será que las buenas palabras no cambian la realidad? Los economistas critican los contratos ridículos, a los turistas que apenas gastan, los días de bienestar engañoso- Quieren la investidura pronto para que no nos hagan pagar déficits y viejas deudas pero hay una deuda intocable y sumergida que se llama corrupción. ¿Con qué cara quieren ponerse a gobernar de nuevo? El asunto de la educación no lo sueltan nunca. Les tiene sin cuidado aprobar una nueva ley cada cuatro años. Es ahí donde están los títulos, los pingues cargos, las grandes avenidas del poder. A la enseñanza privada que la zurzan. Ya me gustaría encontrarme hoy con aquellos viejos compañeros que tanto vociferaron por la pública. ¿ Dónde están, madre? ¿ Han ,muerto, viven en otro país o tal vez tienen ahora el carnet del PP? Ya me he enterado de que el PSOE sube en las encuestas . Poquito pero sube. Por si no lo sabían Ciudadanos intenta salvar a Rajoy. Quien oyó a Rivera despotricar contra la corrupción de la derecha, quien creyó su exigencia de que tenía que marcharse Rajoy , tiene que tragarse ahora la componenda de la investidura. Al final todas las aguas van a la misma hondonada. Y ¿ qué veremos los españoles?. ¿ El cambio con estabilidad o la hora inmóvil de nunca acabar?