Una vez más tengo que mostrar mi repulsa al trato que le damos al resto de los seres vivos, porque la vida en este Planeta Tierra es posible gracias a la cooperación que se produce dentro de la biodiversidad entre todos. Ningún ser vivo está de más, y por ello, debe de ser respetado y no sometido a dominación.
Esta aventura terrícola es fascinante porque no estamos solos: nos acompañan el resto de especies vivientes y silientes y, sin ellas, no sobreviviríamos.
Objeto de derecho A pesar de ello nos empeñamos en etiquetarlos y en catalogarlos como mercancía: Explotándolos y exterminándolos. Negando que sienten y sufren. Pero ellos sienten y sufren, por tanto, tienen que ser objeto de derecho, independientemente de su especie.
La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura), en un estudio sobre maltrato animal, dice que “los primeros estudios que correlacionan el maltrato animal con potenciales conductas problemáticas, datan de 1961 y con la violencia en sus diferentes expresiones: género, hacia las personas dependientes, en la escuela, en entornos públicos, etc.
Ejemplo de ello es presenciar o perpetrar maltrato animal en la infancia, pudiendo desembocar en patologías sociales en la edad adulta, maltrato hacia las personas en edad infantil, etc.”
Declaración Universal La Declaración Universal de los Derechos de los Animales, vigente desde 1978, es poco eficiente y en España es una de nuestras asignaturas pendientes: en las 160.000 fiestas populares se maltratan más de 60.000 animales, a lo que hay que añadir los animales en explotaciones intensivas, la persecución sin piedad de especies autóctonas, como el lobo, o la destrucción y presión que ejercemos en sus hábitats naturales.
Algunas comunidades autónomas, como Cataluña, ya prohíbe la exhibición de animales en escaparates; y numerosos municipios, como en Córdoba, empiezan a erradicar los espectáculos con animales, prohibiendo su presencia en circos o cabalgatas, festejos taurinos, etc. La humanidad tiene que entender que los animales no son nuestros esclavos y tenemos que respetarlos. En Almería es alarmante el aumento de casos de maltrato animal. Da terror pensar que no son aislados los casos de tortura que llenan y que, a veces, no son titulares en los medios.
Educación y sensibilidad Nos estremecen enormemente los casos de tortura y ensañamiento, como por ejemplo, los de los burritos Capitán y Alfarero, además de numerosos y dramáticos casos de tortura en los que los animales son atados, apuñalados, mutilados, quemados, hambrientos, sedientos,...¿quién se puede divertir con el sufrimiento de otro ser vivo?
La Educación y la sensibilización tienen que ser nuestros pilares para que todo el trabajo empiece a tomar un impulso que ya va a ser imparable, aún así hay un gran desconocimiento de la población, en general, sobre el trato que reciben los animales en todos los ámbitos de nuestra vida: circos, zoos, granjas industriales, tiendas y criaderos de animales para su venta, laboratorios, fiestas y tradiciones, animales domesticados...
Gandhi aseguró que “un país, una civilización, se puede juzgar por la manera en que trata a sus animales” pero en este país ensalzamos un espectáculo llamado “Fiesta Nacional” donde se maltrata y se sacrifica a otro ser vivo por mera diversión y entretenimiento de la ciudadanía.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/9/opinion/112417/manifiesto-contra-el-maltrato-animal