Caos político

Juan Megino
01:00 • 01 oct. 2016

Ni los más avezados observadores políticos intuían lo que ha sucedido esta semana en el PSOE, más aún con el posible trueno final de la reunión de su Comité Federal que se estará celebrando cuando usted tenga el periódico entre sus manos. 
Es el corolario de un estrambótico final al que un iluminado, ambicioso, inmaduro, irresponsable y, por lo que algunos cuentan, mentiroso Sr Sánchez, ha sido capaz de llevar a su partido a un derrumbe histórico. Para los que, por circunstancias diversas, nos ha tocado vivir esta política desde la barrera y sobre todo para multitud de ciudadanos interesados por el presente y futuro de España, y por el futuro suyo y de su familia, la situación no deja de producir verdadero espanto. 
Momentáneamente, el PP vive cierta paz idílica, viendo como se destroza su adversario político, con sus resultados en Galicia, y que al igual que los vascos, han optado por la continuidad y estabilidad, transmitidos por sus respectivos gobernantes, y los mensajes, en el caso de los vascos, razonablemente tranquilizadores en cuanto a aspiraciones futuras. La baja votación de Bildu no deja de ser símbolo de la nueva vida en la región tras el apaciguamiento de ETA. 
En nuestra Andalucía, núcleo principal de la rebelión de miembros del Comité Federal del PSOE, parece vislumbrarse la opción Susana Díaz, con su más que probable salto a la política nacional.
Pero aquí y ahora la vida sigue y la Justicia continúa avanzando inexorablemente ante las conclusiones finales de tanta instrucción jurídica, en el campo de la corrupción, en los últimos años. 
Conocida la situación judicial de los ERE y la tramitación política en la Junta de la Comisión creada para los Cursos de Formación, con sus conclusiones y responsabilidades políticas en vías de concretarse, salta a la palestra el caso INVERCARIA, aparentemente dormido pero que empieza a despertar con una instrucción que lleva ya más de 175 tomos. 
El caso INVERCARIA, de menos dimensión que los ERE pero también con dinero público defraudado, empieza a cerrar sumarios que sentarán a la Junta en el banquillo de los acusados. Como recordatorio, les actualizaré que la “gestión” de INVERCARIA ha venido suponiendo la inyección de elevadas sumas de dinero destinado a sociedades y empresas, que pocos meses después de su cobro, carecían de cualquier actividad, según expresión de la propia Fiscalía Superior de Andalucía. 
La instrucción implica a la presidencia de INVERCARIA y varios miembros de su Consejo de Administración. Recuérdense las fallidas ayudas  y el corto tiempo de actividad del operador aéreo Al Ándalus, presidido por un antiguo consejero de Educación de la Junta o los socorros para la moribunda empresa Santana de Linares ayudada a través de una empresa de La Carolina (Jaén), pueblo del consejero Vallejo, por cierto, también procesado por los ERE. Se habla de que, por esta vía, se han perdido más de 30 millones de imposible recuperación. 
Esperemos que del caos se haga la luz, en todos los partidos, y que pueda amanecer un día claro, más pronto que tarde, en donde podamos vivir sin sobresaltos.  


 







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