Participación, diálogo y presupuestos

Participación y diálogo son dos palabras claves sobre las que quiero seguir construyendo el futuro del Ayuntamiento de Almería. En este sentido, quiero agradecer a todos los colectivos, asociaciones, colegios profesionales y particulares que a lo largo de las últimas semanas han estado participando en el proceso de aportación de ideas y proyectos de cara a los Presupuestos Participativos del año 2017. Me gusta que la voz de los vecinos de Almería tenga peso y fuerza determinante en el modo en que se van a distribuir parte de los recursos económicos del Ayuntamiento de Almería, participando así en la propia gestión municipal en un impulso de transparencia no puesto en marcha hasta ahora en la labor de Gobierno Municipal.  Hasta ahora, los Presupuestos Participativos 2017 han recibido más de 300 propuestas que ahora mismo se encuentran en proceso de análisis y estudio desde el Área de Presidencia, en colaboración con las distintas áreas municipales, para determinar cuáles de ellas se podrían incorporar en las cuentas municipales del año próximo. Entre las propuestas recibidas, la mayoría se refieren a actuaciones relativas a la limpieza y mantenimiento de la ciudad, existiendo una coincidencia destacable en la preocupación por la reiteración de actos vandálicos e incívicos, lo que a mi juicio demuestra la madurez y la seriedad de la inmensa mayoría de la sociedad almeriense ante un problema que a todos nos afecta por igual y para el que se han llegado a solicitar penas de colaboración en trabajos sociales y medidas de concienciación. Del mismo modo, las sugerencias e ideas recibidas se orientan hacia campos como la movilidad, la creación de nuevas zonas deportivas y, naturalmente, hay una gran parte de las iniciativas que están dirigidas a los aspectos sociales y de creación de empleo. Los almerienses hemos iniciado un camino que no admite marcha atrás y hemos tenido la oportunidad de expresar nuestra opinión sobre en qué queremos que el Ayuntamiento, la institución más cercana, se gaste parte del dinero de todos y eso ya de por sí es positivo, sin perjuicio de que, como toda experiencia piloto, se deban corregir errores o carencias en sucesivas convocatorias.
Ahora queda traducir esa participación en un presupuesto razonado, razonable y comprometido con las necesidades de Almería, que contribuya a que la ciudad siga progresando, con el mayor grado de consenso posible, que apueste por la creación de empleo, una mayor atención a los almerienses que peor lo están pasando y que permita que las inversiones sigan llegando a los barrios.