La brecha salarial

Kayros
01:00 • 05 nov. 2016

Nadie que no sea un zote admitiría ya la desigualdad estructural entre hombre y mujer. En las sociedades desarrolladas esto es ya casi imposible. De la persona menos culta con la que nos topemos siempre podremos decir que lo ha oído en una catequesis, en alguna película extraña y hasta en alguna reunión sobre violencia de género. La Carta de los derechos humanos no se cansa de hablar de lo mismo El simple parecido físico entre y mujer y hombre se ve a simple vista si exceptuamos aquello que le es característico para la reproducción. Esto viene así desde Adán y Eva y mira que han sucedido cosas a lo largo de la historia de la humanidad. Estamos en el XXI , vivimos sorprendidos ante tanto adelanto en todos los órdenes como estamos viendo. Sin embargo aún queda una brecha, un hiato, un corte en la civilización que separa a hombres y mujeres y son los derechos salariales. Gobiernos que parecen la mar de preocupados por la justicia social , gobiernos incluso católicos que mean agua bendita, viven tan tranquilos pagando a las mujeres menos que a los hombres. Da lo mismo que ambos tengan la misma carrera, el mismo horario de trabajo, la misma productividad, la brecha hay que mantenerla como mantenemos entre España y África el desierto del Sahara. Esto es así. Los enterados dicen que de no seguir la costumbre, tumbe al que tumbe, se viene abajo el sistema. Y por supuesto no falta tampoco una explicación técnica. Según la estadística se puede conocer la diferencia entre lo que gana de promedio un hombre( 25.727,24 euros al año) y una mujer ( 19.744,82 euros . O sea , doña asalariada cobra un 24% menos que don asalariado. Y la razón que dan las ilustrísimas cabezas de huevo es que son muchas más las mujeres tienen un empleo a tiempo parcial que los hombres. Tampoco escapa a los técnicos que las horas de los que trabajan a tiempo parcial se pagan menos que las de jornada completa. No me extraña que luego la desigualdades se manifiesten también en otras categorías funcionariales como cargos políticos, académicos y de prestigio social. para no hablar, claro, de ese mundo inhumano de la violencia de género donde parece que la humanidad tuviera mortal nostalgia de la piedra y el hacha. En fin, a ver si con el nuevo Gobierno damos un paso de gigante con la igualdad social. Es un hecho que ya no estamos en el Jurásico







Temas relacionados

para ti

en destaque