Hay que salvar los bosques para salvar el planeta

Mar Verdejo
23:40 • 18 nov. 2016

La 22 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP22) se está celebrando en Marrakech (Marruecos). En Paris hubo un compromiso de no superar el 1.5 ºC de aumento final de este siglo. Este año terminaremos con un aumento de la temperatura media global de 1.5 ºC. Hay que entender que “el cambio climático es un problema de: pobreza, hambre, salud, educación, empoderamiento, agua, energía, economía, innovación, igualdad, comunidad, recursos, compromiso, océanos, ecosistemas y justicia social”, dice la ONU. La Organización Meteorológica Internacional (WMO, por sus siglas en inglés) acaba de adelantar los datos de la temperatura, en los que se constata los récords de calentamiento desde que comenzó este siglo (hay zonas del Planeta con 6ºC por encima de las medias históricas). Es un problema global pero que debemos poder solucionarlo.
Los datos van subiendo y las consecuencias son dramáticas ya que los desastres naturales empujan a la pobreza a 26 millones de personas cada año, según datos del Banco Mundial. La mayoría de las muertes por contaminación ambiental ocurren en los países con  bajos y medios ingresos, y las cifras que se barajan son entre 7 y 8 millones de personas que mueren de forma prematura debido a la mala calidad del aire, según la ONU. En 2025, dice WWF, que dos tercios de la población mundial se enfrentará a la escasez de agua. Mientras el Ártico se derrite dos veces más rápido que el resto del Planeta, en la Amazonía, en 30 años, la temperatura podría aumentar hasta 3ºC, y la comunidad científica asegura que con los compromisos actuales sobre la reducción de efecto invernadero harán que la temperatura se incremente hasta los 3ºC. Estos cambios, suficientemente importantes, se están produciendo por la actividad humana y han pasado a modificar las condiciones de la Tierra; y que la Ciencia ha pasado a denominar: Antropoceno. Estamos viviendo el cambio a una nueva era geológica. Así que cada acción, individual y en colectivo, son importantes y decisivas para la mitigación y adaptación: dicen además que nos enfrentamos a la sexta extinción masiva. En el documental, de Leonardo Dicaprio, “Before the Flood” pudimos ver que los bosques son la tecnología natural que absorbe carbono y emite oxígeno. Los árboles son los grandes aliados para la lucha contra el cambio climático y son esenciales para nuestra supervivencia y bienestar. Nos dan todo a cambio de nada: plantemos, reforestemos, convirtamos nuestros solares abandonados en huertos, transformemos nuestros tejados en vergeles, integremos las ciudades con la Naturaleza, con más árboles y más bosques urbanos, pero sobre todo mantengamos lo que ya tenemos: protejamos nuestro arbolado que por muy poco, o nada, en un año nos lo da todo: un árbol maduro nos quitará de la atmósfera cerca de 22 kg de dióxido de carbono y a cambio nos dará oxígeno. Cada año se estima que 1.3 millones de árboles retiran más de 2500 toneladas de contaminantes del aire. Aproximadamente el 10-14% de las emisiones globales resultan de la deforestación y degradación de los bosques, que en gran parte son causadas por la creciente agricultura intensiva, las industrias extractivas y las talas no sostenibles.  WWF nos insiste que la decisión de conservar y manejar los bosque,s de manera sostenible, para enfrentarnos al cambio climático no es simplemente un dilema entre producción y protección: es una decisión que afecta a millones de personas, animales y  plantas. 
La implicación de la sociedad, por tanto, es vital para garantizar que los esfuerzos por conseguirlo sean equitativos. El bien común en el Planeta debe de prevalecer en las acciones de proteger, gestionar, y restaurar sosteniblemente los bosques. Urge nuestro compromiso individual en hacer un consumo responsable en productos que afecten a la deforestación, como por ejemplo, el aceite de palma, carne, soja, maderas, etc. Hay que mantener los bosques del mundo en pie para asegurar la supervivencia en este Planeta, y ya no hay excusa para ello. Hacen falta bosques frondosos en los que vivir y soñar. Decía Martin Luther King: “Siempre es el momento apropiado para hacer lo que es correcto”. 







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