El ‘hoy no toca’ de Susana

Un partido  que está en crisis de identidad, que  anda   administrado por una gestora, que tiene de momento  dos candidatos   en discusión, que  pierde votos  en cada  elección  y  que ha quedado el   segundo  en el tablero, superado por Podemos, no debería  decir  “ahora no toca”, no es  ocasión para presentar la candidatura  a Secretario  general  del  PSOE. 
Pedro Sánchez, el perdedor  en el  rifirrafe anterior tiene prisa. Quiere partir  de   la  base  recorriendo España y entrando en la casa de  los militantes  socialistas. Susana Díaz, en cambio, parte de arriba.  Tiene de su parte, al  parecer, a  Felipe González, Rubalcaba, Zapatero y una   buena parte  de los ejecutivos andaluces. Se cree que   la  gestora estará   en pie hasta  la celebración    del   congreso. Quien tiene   que  arbitra  el día y la hora  depende precisamente  de la gestora. Por eso dice  Susana que  ahora no toca anuncian su candidatura.  A la lideresa  le parecen  más urgentes otras cosas, como tomar contacto con la realidad del país, escuchar la respuesta de la  militancia -“ haré  lo que digan ellos”- hacerse visible  en Europa tal como ha hecho  esta misma semana.  Un candidato tiene al menos ese derecho estratégico y es  presentarse a la elección cuando más le beneficie la coyuntura política. Toda  prudencia es poca. Se puede dar la circunstancia de que el vencedor  real  sea   Pedro  Sánchez, habida cuenta  de la ilusión que despierta entre la gente dolida  probablemente  por  el  fracaso del  no y no.  
Al margen de esto, hay una cuestión que despierta   interés  entre la militancia  y son  las relaciones PP-PSOE    tras  la investidura. Susana no está seguramente  por la austeridad de la Merkel, ni por los recortes de Montoro, ni por el O´25  de  las pensiones  ni por  el mantenimiento  de  la ley “mordaza”.  
Los socialistas  tendrán  que hilar muy fino  cediendo  algo  en cosas puntuales si  quieren gozar de otras   concesiones  que están   su programa.  La prensa  española y europea hablan  de  buena  acogida.  Susana habló de socialdemocracia frente a nacionalismos disgregadores, se refirió a la influencia de figuras  como MItterrand, González y Jacques  Delors y Pierre Moscvici,  criticando, por último, el modelo de crecimiento que hace a los pobres más pobres y a los ricos más ricos.