El Gato entre la basura

De manera recurrente, me viene a la memoria, desde hace unos días, una de las escenas de la genial obra cinematográfica ‘El Chico’ donde, en ese entorno habitual del Universo Chaplin, de suburbios con condiciones desesperadas de miseria, consecuencia de la época de la llamada Gran depresión, llega a manos de Chaplin un bebé abandonado; y él trata de deshacerse de la criatura escondiéndolo entre las basuras y levantando alcantarillas, ante la cansina presencia de un policía.
Y es que, no sé qué tendrá la basura, pero da la sensación de que hay quienes pretenden esconder tras ella algo de lo que no quieren dar cuentas pero, a diferencia de Chaplin, para ellos no ha sido algo sobrevenido. No se entendería de otra manera que, desde 2015, se esté haciendo lo imposible por parte del Partido Popular para conseguir la presidencia del Consorcio de Residuos del Almanzora, Levante y Los Vélez, uno de los mayores contratos de gestión pública de la provincia. Se saltaron la legalidad en la elección y, después, un concejal de Cuevas del Almanzora perteneciente a Ciudadanos cambió su voto, lo que favoreció al candidato popular, consiguiendo para él la vicepresidencia. ¡De película!
No sé si al susodicho concejal expulsado ya de la formación naranja le convencieron para cambiar el sentido del voto nadando en el embalse de Cuevas, o invitándole a merendar en un descapotable como Grace Kelly y Cary Grant en el film de Hitchcock, ‘Atrapa a un ladrón’ donde destaca la complicidad de ella para que él, el Gato, no fuera descubierto por la policía; lo que sí parece es que el concejal de Cuevas no sabía qué hacer antes de la votación si le llegaba a su casa “una bolsa de basura”, según una conversación grabada que ha salido a la luz.
Es evidente el beneplácito y beneficio del Gobierno supramunicipal del PP en este asunto, esperemos que no sea para servirse del consorcio como ente donde colocar a gente a los que devolver favores, pero tiene un tufo desagradable, equivalente a las basuras que la gente tiraba por las ventanas en la escena de Chaplin como si nada, ante la mirada impasible del policía que paseaba por allí y la transigencia de los vecinos.